Introducción.
Exposición de motivos.
Los motivos que me mueven a hacer esta pequeña introducción a las consideraciones reglamentarias y éticas acerca del comportamiento de los jugadores en una sala de ajedrez son fundamentalmente dos.
Por una parte, he tenido en cuenta la situación actual de nuestro equipo.
No podemos perder de vista que en el Runa, los que hemos sido jugadores federados desde jóvenes y hemos disputado torneos de cierta entidad a nivel autonómico, e incluso nacional, en la práctica estamos casi -y digo casi por ser condescendiente- retirados hace años. Esta situación conlleva que los compañeros que se han incorporado al Runa durante los últimos años y que han llegado al ajedrez por otras vías, quizá no tengan una referencia ética de lo qué es correcto hacer en la práctica del ajedrez y qué no, puesto que no cuentan con esa experiencia y los que sí la tenemos no compartimos tantas situaciones ajedrecísticas con ellos como hubiera sucedido hace unos años.
Tampoco debemos obviar que las actitudes que seguramente nos parecerán inexcusables a la mayoría de quienes las hemos ido conociendo a lo largo de nuestra vida deportiva, pueden resultar novedosas e incluso sorprendentes para quienes se han incorporado a la práctica del ajedrez federado de manera tardía, o incluso para algunos federados antiguos que no han tenido la oportunidad de disfrutar del ajedrez de competición a un nivel relativamente alto.
Huelga decir que también hay personas que por falta de fundamento, por maldad u otros factores que no vienen ahora al caso, conocen estas situaciones y hacen caso omiso del deber de comportarse correctamente, incluso hasta el punto de alardear del desprecio a estas mínimas normas de convivencia. Desgraciadamente, en nuestra sociedad cada vez es mayor la proporción de este tipo de personajes, aunque afortunadamente solemos tener éxito al no abrirles las puertas de nuestro club.
Dicho esto, lo confieso, hay también otro motivo más personal y menos desinteresado para escribir esta saga de comentarios: yo personalmente soy de esa clase de jugadores puntillosos a los que les toca mucho los cojones que haya ruido, interrupciones o cualquier tipo de molestia que dificulte la adecuada concentración para la disputa de una partida de ajedrez.
Hace unos años me limitaba a cabrearme y lanzar miradas asesinas a los responsables de la situación, o a quejarme al árbitro si consideraba que aquel podía poner fin a la circunstancia molesta. Actualmente, jugando sólo partidas extraoficiales, tiendo más a entregar la primera pieza que me viene a la mano, generalmente perder poco después y, en consecuencia, dejarme por el camino a casa las pocas ganas de jugar que tenía.
Procuraré hacer disertaciones breves y en la medida de lo posible que no induzcan necesariamente a la somnolencia, de forma que las posibles aclaraciones y explicaciones más extensas puedan hacerse a través de los comentarios a la entrada en el blog.
Tened siempre en cuenta que las ideas serán expuestas desde la observación de la letra y el espíritu reglamentario, que siempre tiene ciertos aspectos interpretativos, y que además se pretende hacer los comentarios en íntima relación con el sentido común, el respeto y el saber estar, que no dejan de tener también una componente subjetiva. Por lo tanto, puede suceder que haya ocasiones en las que no todo el mundo esté totalmente de acuerdo con lo expuesto. No tiene mayor importancia: no se pretende impartir doctrina, sino hacer un acercamiento a estas cuestiones, injustamente olvidadas y brutalmente transgredidas en la práctica habitual.
Periodicidad y contenidos
La publicación tendrá una periodicidad aproximadamente semanal, efectuándose los jueves en la medida de lo posible.
El esquema expositivo será inicialmente el que consta a continuación, aunque podrían incorporarse nuevos aspectos ante sugerencias al respecto realizadas en comentarios a esta entrada.
- Introducción.
Exposición de motivos.
Periodicidad y contenidos. - Consideraciones previas inexcusables.
La adquisición de hábitos ajedrecísticos.
Educación para la ciudadanía... ajedrecística.
El jugador ante las Leyes del Ajedrez
La importancia de observar el reglamento.
Actitudes ante distintos tipos de torneo. - Cómo y cuándo dirigirnos a nuestro rival o al árbitro.
La reclamación de jugada ilegal.
La oferta de tablas.
La notación de la partida.
La pieza tocada.
Las charletas durante la partida. - Ese público tan escaso pero tan molesto.
Todos somos público.
Volumen y tono de la voz.
Teléfonos móviles.
Apoyarse en la mesa.
El sutil lenguaje de los gestos.
3 comentarios:
Huelga decir que soy perfectamente consciente de que esto también lo pueden leer personas ajenas al club.
Da igual. En el mismo sentido que apunta una canción de Silvio Rodríguez, "si alguien se sintiera retratado que sepa que se hizo con ese motivo".
¿Alguna sugerencia sobre cuestiones a tratar?
Dicen que perro viejo no aprende trucos nuevos, pero creo que todos los hemos sabido alguna vez aunque desgraciadamente, sólo nos damos cuenta cuando nos sentimos perjudicados, y sí, creo que no nos vendrá nada mal recordar el respeto que se debe al ejercicio del ajedrez y a sus practicantes.
Sea pues, por desgracia, bienvenida esta sección.
Creo que es un enfoque original y necesario de nuestro juego. Coincido plenamente con las razones y con la propuesta, que agradezco personalmente.
En cualquier caso y como ya se ha apuntado no es más que un poco de sentido común y urbanidad, pero si, recordemoslo a todos y recordemosnos que este juego, como la vida, hay que recorrerlo con un mínimo de dignidad y el que no la tenga que no sea por ignorancia, sino por estupidez
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