miércoles, 8 de octubre de 2008

¿Existe o no la suerte en el ajedrez?

Extraído de un artículo del M.I. Wilfredo Sariego en la revista “Ajedrez en Cuba” nº 32, correspondiente a enero de 1999.


Uno de los aspectos más debatidos dentro del ajedrez es la llamada suerte. Si esta existe o no dentro de una partida.

Nosotros en nuestro trabajo no pretendemos dar una respuesta definitiva a tal incógnita, sencillamente daremos algunas consideraciones generales basadas en la experiencia acumulada durante años en la practica de este noble juego.

Muchos jugadores tratan de justificar sus resultados durante un torneo achacándole a la tan tratada "suerte" toda la responsabilidad de sus acciones.

Lo primero que me viene a la mente es al comenzar un torneo el sorteo para escoger el número que nos identificará durante todo el evento. (Por supuesto estamos hablando de un torneo cerrado, ya que los torneos abiertos tienen otras especificidades, las cuales trataremos más adelante)

Aquí se decide si uno juega una vez más con blancas o con negras. Si uno está bien preparado con negras pues por supuesto que preferirá un número de la mitad de la tabla hacia abajo, por el contrario, si estamos más débiles con negras pues estaremos "rezando" para que nuestro número seleccionado sea de la mitad de la tabla para arriba. Muchas veces un resultado de un torneo se decide desde este momento.

Es muy difícil que un jugador sea a la vez buen jugador con negras y bueno con blancas, siempre habrá aunque sea una pequeña diferencia con un color que con otro, o sencillamente se nos hace más difícil con un color que con el otro. Al respecto Lasker, quien fue un gran estudioso de sus rivales planteaba "...Así, las partidas de Reti, por ejemplo, indican que él juega mejor con blancas que con las negras; las de Maroczy que es muy cauteloso, y que solamente ataca impulsado por la necesidad; Janowski detesta los finales porque no los juega bien."

Solo a modo de curiosidad planteamos la siguiente anécdota, extraída de nuestra Jaque Mate Nº 4-1970:

" Efim Bogoljubow (1889-1952) a quien se conocía como el "león de Ucrania", tenía a veces expresiones, que revelaban su poca modestia. En cierta ocasión, durante una entrevista, le preguntaron qué color de las piezas prefería.

La respuesta dejó atónitos a los presentes:

“ No tengo preferencia alguna. Si juego con las blancas yo gano porque tengo el primer movimiento.Cuando juego con las negras gano también, porque soy Bogoljubow ".

Aquí mismo se decide también contra qué jugadores jugaremos con blancas y contra cuales con negras. Por supuesto que si nos toca jugar contra los jugadores más fuertes con blancas, pues estaremos felices desde ese momento, y ya psicológicamente estaremos ganando parte de la batalla.

Hay jugadores que prefieren jugar contra los supuestos jugadores débiles con blancas para tratar de "asegurarlos", pero otros prefieren negras para aprovechar las blancas con los fuertes, cosa ésta que se decide en el mencionado sorteo. Al respecto Pachman en su libro "Partidas Decisivas", plantea:

"...el sorteo tiene una gran importancia en el torneo. No es indiferente que una partida contra los competidores principales se lleve las piezas blancas o las negras."

Otro de los factores es el orden con que jugaremos contra los mejores jugadores del torneo: Si nos corresponde jugar con los más fuertes seguido pues tendremos un pareo más difícil.

Si jugamos por normas internacionales, pues preferiremos que los jugadores que se encuentren en la nómina, no conozcan mucho nuestro repertorio, y nosotros sí el de ellos (Cosa esta cada vez más difícil producto de otro mago dentro del juego "la computadora").

En varias oportunidades he podido escuchar en los torneos internacionales que otorgaban normas de Gran Maestro, a varios aspirantes, hacer este comentario:

"Es que aquí es muy difícil de lograr esto, pues todos los jugadores nos conocen hasta la saciedad, es más "fácil" de lograrlo en el extranjero".

Una muestra de ello es que la mayoría de las normas de Gran Maestro que han logrado nuestros máximos titulados, se realizaron en el exterior, aunque ya últimamente se han logrado varias aquí en nuestro país, como por ejemplo, la de Walter en el Capablanca de 1988, la de Becerra en el Campeonato Nacional de 1995 y la de Irisberto en el Campeonato Nacional de Las Tunas en 1996.

Muchas veces las nóminas de los torneos están "hechas" a nuestra medida, con jugadores donde presentamos un buen score personal por lo que nos sentimos más seguros al comienzo del evento.

Hay una frase muy bien conocida que dice:"La suerte acompaña al mejor"; esto viene apoyado en que el mejor jugador siempre tiene recursos de cuales valerse, y aún en posiciones perdidas logra encontrar algún detalle que lo salve de la catástrofe, si su contrario no realiza la forma correcta de materializar la ventaja.

Otro momento de indiscutible "suerte", es cuando un jugador nos cae en una línea que teníamos preparada y en la cual quedaremos con ventaja evidente, o cuando sale una novedad en el último informador y ya nosotros conocemos su posible refutación y nuestro rival va derechito al precipicio.

Por el contrario cuando estamos bien preparados y solo tenemos alguna pequeña laguna en nuestro repertorio, depende mucho de la terrible "suerte", que nos encuentren dicho déficit, y pasemos un mal momento durante el torneo. Por ejemplo somos jugadores de peón rey y solo nos faltó en la preparación por revisar las últimas partidas de la defensa Owen, donde existe una novedad y el negro queda bien en la línea, y nuestro rival encuentre esta aguja dentro del pajar.

Muchas veces hemos oído decir:

"Tuve en este torneo bastante suerte, me cayeron en todo lo que tenía preparado y no tuve que pasar por ningún mal rato durante el mismo."

Cuando estamos preparados para jugar contra un jugador que su única defensa es la Siciliana y nos sorprende con una defensa Francesa, debemos decidir si aceptamos el reto y entramos en la línea que regularmente nosotros jugamos contra esta defensa o variamos, pues muy bien sabemos que él no se va a sentir bien en la partida por ser muy poca su experiencia en este tipo de posiciones.

Para esto último es importante tener una buena cultura ajedrecística, conocimientos amplios sobre ajedrez, así como un repertorio eventual bien preparado y estudiado.

La "suerte" en este caso radica en que el jugador debe de elegir una de las dos tendencias anteriormente expuestas y depende mucho de esta elección hallar el punto débil del contrario dando en el clavo, o punto exacto del mismo. A lo mejor, la jugada que trae preparada no es realmente fuerte y ya nosotros la hemos previsto con anterioridad, pero decidimos no entrar en esto y por aquí se nos va una posible fácil victoria; o a lo mejor lo contrario, entramos valientemente en esta variante y nuestro rival trae una fuerte jugada, ya sea creada por él, o que ha conocido una última partida que refuta la variante.

Un curioso hecho ocurrió en una partida entre Marshall y Maroczy, según se narra en el Jaque Mate nº 2 y 3 de 1971.

Marshall inició 1.e4, a lo que siguió 1...e6 2.d4 d5 3.Cd2. Ante la sorpresa general, Maroczy meditó la respuesta, ¡cuarenta y cinco minutos!.

Al concluir la partida, con la victoria de las negras, preguntaron a Maroczy por qué había demorado tanto tiempo estudiando su tercera jugada.

A lo cual contestó que durante ese tiempo él no había estudiado la posición. Sus reflexiones eran de otra índole:

¿Por qué Marshall, su rival en match y torneos durante treinta años, le planteaba por primera vez 1.e4 en vez de su habitual 1.d4?

¿Qué nuevas líneas de juego le habían recomendado a Marshall?

¿Dónde había competido éste recientemente? ¿Qué nuevas variantes de ataque se jugaron contra la Defensa Francesa en dicho torneo?

Al cabo de sus reflexiones, Maroczy creyó llegar a la conclusión de lo que traía Marshall en la mente...

El resultado del juego parece justificar la visión del gran maestro húngaro, que expresó finalmente:

" No cabe la menor duda, los cuarenta y cinco minutos que empleé para responder la tercera jugada 3.Cd2, fueron bien empleados "...

Actualmente, con la introducción de las computadoras portátiles, y las bases de datos, donde prácticamente cada jugador tiene una radiografía de su rival, es muy frecuente encontrar jugadores que se basen en su preparación previa a la partida, en estudiar los últimos juegos del contrario y venir con alguna novedad o mejora de éstas. Aquí se está corriendo el riesgo de que le varíen la línea, por lo que es necesario la consabida suerte.

Donde mayor repercusión tiene el aspecto que estamos tratando, es en los torneos suizos (o abiertos). Aquí tiene mayor grado debido a que los pareos se conocen apenas minutos antes de realizarse la ronda, anulando en parte la preparación para una partida, así como lo que juega nuestro rival.

En este caso son varios los aspectos a tener en cuenta:

- No sabemos contra quienes nos vamos a enfrentar durante todo el torneo.

- No tenemos confirmación de cuantas veces vamos a jugar con blancas y con negras.

- Nuestro resultado también dependerá de los sistemas de desempate, que se lleven a cabo en el torneo.

- Algunas veces estamos en un mismo grupo de jugadores con una cantidad de puntos determinada y por orden del suizo, nos toca jugar con el más fuerte, de este grupo; si por el contrario tenemos suerte, nos tocará jugar con el más débil y por consiguiente debemos tener un mejor resultado, debido a que el orden con que se ordenan los jugadores desde el inicio del torneo, es por ELO, y este no es un medidor exacto de la fuerza real de los jugadores.

Por otra parte, ¿cuántas veces no se decidieron partidas por una mala anotación de la jugada sellada, estando en ventaja de material o de posición evidente?.

Muchos jugadores sellaban sus encuentros en desventaja y al otro día de la reanudación sólo se sometían a esperar que se abriera el sobre y ver si la jugada era correcta o no. Esto ya se ha solucionado con el nuevo reglamento vigente actualmente.


A continuación daremos algunos ejemplos de casos curiosos donde usted podrá tener algunos datos a la hora de hacerse de elementos para que pueda valorar con más propiedad el tema que estamos tratando:

1- En el boletín II-13 Nº23 Julio-1998, en un artículo de José Luis Barreras nos reseña una breve historia del gran Rogelio Ortega, la cual transcribimos aquí íntegramente por estar directamente ligada a este punto:

- ¡ Rendición inesperada !

En el Torneo Nacional de Ajedrez, La Habana, 1958, desde las primeras rondas se estableció una fuerte pugna por el primer lugar entre los experimentados maestros Francisco Planas, Rogelio Ortega y Miguel Alemán.

A la altura de la sexta ronda, se enfrentaron en crucial encuentro, Planas vs Ortega. Fue una partida complicada, muy larga, con movimientos bien meditados... y llegaron al movimiento 60, correspondiéndole jugar a Ortega, en la posición del siguiente diagrama:


El jugador de la piezas negras tiene en mente la idea del mate a su rival por la columna h; no puede jugar de momento Th7 liquidando la lucha por impedirlo la Torre blanca. ¿Por qué no intentarlo vía h2?

Con estos pensamientos se traza un plan victorioso: ocupar la segunda línea obligando a la retirada del Caballo blanco y tras ubicar su Caballo en f3 el mate en h2 sería inevitable.

Seguro de la pronta victoria Ortega jugó:

60...Tc2??

Los jugadores y aficionados que rodean la mesa de juego quedan en suspenso... Reaccionando en cadena se percatan del error y "clavan" la vista sobre la Torre blanca, seguros de que Planas aprovechar esta oportunidad que le brindan, jugando enseguida 61.Te6+ seguido de 62.Txe1, con tablas aseguradas.

Lo que sucedió entonces dejó atónitos a los presentes...

Planas observó un instante la posición, luego detuvo el reloj:

-- Abandonó la partida, rindiéndose !!

Sugestionado con el plan de mate de Ortega no atinó a ver un simple JAQUE DOBLE liberador.

Prima facie... se consideró perdido. -Cosas del Ajedrez!"

Hasta aquí la narración de Barreras, a lo cual el llama "Cosas del Ajedrez". ¿ No es acaso "suerte", lo que tuvo Ortega en esta partida, pues de un posible empate salió con un increíble triunfo?

2- Final Inesperado

Un ejemplo bien conocido ocurrió en la partida Benko-Geller en la última ronda del Torneo de Candidatos en Curazao, 1962.

Geller necesitaba a toda costa de la victoria. La posición era igual cuando Geller le ofreció tablas a Benko (lo cual hubiera terminado con sus aspiraciones en el torneo), el cual rechazó pues su oponente se encontraba apurado de tiempo; armó un "trap" en el cual Efim cayó y perdió un peón. La partida se aplazó y a Benko tratando de evitar jaques perpetuos se le cayó la banderita del reloj, lo que produjo un match ulterior Geller-Keres para decidir el segundo lugar de tan importante certamen.

3.- Policía convertido en verdugo

Otra anécdota curiosa lo fue la del interzonal realizado en Biel en 1993, donde al Gran Maestro Julio Granda, lo detuvieron las autoridades de ese país y no pudo llegar a tiempo a jugar su partida de la primera ronda, logrando su afortunado rival (nuestro Gran Maestro Walter Arencibia) un punto por no presentación del sudamericano.

En la base de datos de la computadora aparece debajo de la primera jugada de Walter, 1.e4, el siguiente comentario: "Granda Zúñiga still on the road" (Granda Zúñiga, aún sobre el camino).

4.- Suerte o Talento

En el Jaque Mate, nº 11 y 12 de 1971, se relata la siguiente curiosidad:

Entre 1957 y 1960, los años de mayor esplendor y éxitos deportivos, muchos ajedrecistas resentidos, de los que nunca faltan, comenzaron a decir de Mikhail Tal:

- Simplemente tiene mucha suerte

Otros enfilaron la crítica en otras direcciones, hasta el extremo de afirmar que el, en ese entonces joven Gran Maestro de Riga, se limitaba a hipnotizar a sus adversarios!. Paul Benko, gran maestro húngaro-norteamericano, impresionado con estos rumores, se "protegió" con gafas negras en su partida contra Tal del Torneo de Candidatos de 1959...

¡ Demás está decir que Benko, a pesar de todo, no pudo impedir su derrota.!

5.- La suerte ayudó a Korchnoi

En el segundo Capablanca In Memóriam, celebrado en La Habana, con una selecta nómina que incluía entre otros a Tal, Geller, Ivkov, Trifunovic, Uhlman, Robatsch, Barcza, Okelly, Bobotzov, Darga, etc; Korchnoi se alzó con la victoria.

Como diría más tarde Pachman refiriéndose al vencedor:

" Korchnoi perdió contra Geller; pero a diferencia de sus compatriotas - Geller perdió con el cubano García (Se refiere al aguerrido Gilberto ), y Tal incluso con el último de la tabla, Calero -, derrotó implacablemente a todos sus adversarios de la mitad inferior de la tabla. Consiguió esto no sin que le ayudara la suerte."

Pachman se refería a la partida que Víctor ganó contra Wade, donde teniendo pieza de menos y peor posición logró alzarse con la victoria. Korchnoi, después de la partida, dijo que lo que le había salvado había sido precisamente su apuro de tiempo. A consecuencia de una falta absoluta de tiempo, no había tenido oportunidad para abandonar la partida.

" Para los expertos en las luchas de torneo, -agrega Pachman-, estuvo claro en aquel momento que Korchnoi vencería con toda seguridad en el torneo. Porque cuando los participantes están equilibrados, siempre se necesita suerte para conseguir el primer puesto, y es un viejo hecho demostrado por la experiencia el que en los torneos o se tiene suerte o no se tiene. Raramente la fortuna oscila aquí y allá entre las mesas de ajedrez."

Desde mi punto de vista, suerte, psicología y buen entrenamiento, están estrechamente ligados. Ahora bien usted puede tener otra opinión.

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¿Dónde jugar cafetero?

Aquí iremos actualizando el listado de bares con tablero. Para enriquecer el mismo puedes hacer un comentario en dicha entrada. Gracias de antemano por tu colaboración.

- Bar Terminal. Calderería, 19. Pamplona (los jueves hay concierto)
- Bar Garazi. Calderería, 36. Pamplona (no hay mucha luz)
- Nuevo Casino Principal. Pza. Castillo, 44. Pamplona (muy tranquilo)
- Bar Atalaya. Ctra. Tajonar, 23. Pamplona (cerca de José Vila)
- Billares Liverpool. Iturralde y Suit, 7. Pamplona (entre carambolas)