Varapalo importante el del sábado contra quienes nos jugábamos los cuartos. Derrota que escoció bastante, sobretodo por la forma en que se produjo. Y es que desde el pitido inicial las cosas se torcieron de forma importante.
Fuerte equipo el que presentó Mikel Gurea en Auzoenea. Promediaba 1.814 puntos Elo frente a los 1924 que presentaba el Pirineo. Una importante ventaja que se diluyó sobre el papel. La buena noticia es que Pablo vino a jugar por fin. Nuestro jugador más fuerte pudo hacernos hueco en su apretada agenda.
Pablo del Río-Pedro Forján. Partida muy rara desde el punto de vista teórico. Baste decir que el libro se acabó en el movimiento 2. Pablo, completamente en su salsa, desarboló a un Forjan muy comprometido con eso de plantear posiciones poco entendibles desde la ortodoxia. Todo fue sobre ruedas tras acomodar el blanco sus piezas en las casillas óptimas. En resumen: El que tuvo, retuvo.
Jesús Fernández-Iñaki Barbería. Sólo 7 movimientos necesitó Fernández para doblegar a un pipiolo Iñaki. Éste, entró en una archiconocidísdima celada que le obligó a abandonar. Un 7.Axf7+ dejó enmudecido al personal, dado que seguía 7... Rxf7 y 8.Dxd8, con dama de más. En resumen: Para olvidar.
Félix Juanco-Fco. Javier Echarri. Una utrasólida apertura reportó a Félix una calidad en el temprano medio juego. Luego, exceso de confianza y Echarri comienza a liar la manta. Los análistas del lugar se tiran del cuero cabelludo de lo lindo tras una serie de inexactitudes del blanco. Con torre de más, Félix no acierta a parar los peónes pasados del negro que logra promocionar dama. Con depurado estilo, Echarri decanta a su favor el final de dama contra torre pelados. En Resumen: Punto que vuela.
Raúl Martínez-Rubén Marín. Con juego muy correcto de principio a fin, Martínez fue acumulando ventaja durante toda la partida. Rubén, que nunca encontró contrajuego, decidió jugarse el todo por el todo en un final de torre y alfiles de distinto color con dos peones de menos. Tenaz intento por puntuar, pero tras casi 5 horas de juego hubo de abandonar. En resumen: Mucho pundonor, pero poco más.
El Lakora necesita los 12 puntos que restan por disputar si quiere tener alguna opción a la victoría final. En su defecto, debe fallar menos que Mikel Gurea en lo que falta de torneo, ante un presumible empate técnico donde el Sonnen entraría en juego a favor de los burladeses.
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