El torneo
Las crónicas del torneo no pueden ser muy amplias, ya que apenas pusimos los pies en la sala de juego.
La victoria final fue para el armenio Tigran Petrosian (no confundir con el excampeón de mundo, fallecido en 1984), que obtuvo el primer puesto invicto y en solitario con 8.5 puntos en las diez rondas disputadas.
El podio lo han completado con medio punto menos Julio Granda y Aleksander Delchev, que la semana que viene estarán jugando en Pamplona el Open de la A.D. San Juan. También con ocho puntos terminaron Saric, Almagro, Turov y Marin (Mihail, no nuestro Rubén).
La sala de juego a rebosar, como todos los años. Los navarros tuvieron un buen papel dentro de sus posibilidades.
Jesús de la Villa (2490) comenzó fuerte con 4.5 en las cinco primeras partidas y se mantuvo en los primeros tableros tras dos tablas con Timoshenko y Andriasian, pero una derrota frente a Ubilava en la octava ronda le alejó de las posiciones de privilegio. En cualquier caso terminó ganando algún puntillo de rating Elo gracias a sus siete puntos en diez partidas.
Jesús concentrado y todavía jugando en las primeras mesas.Daniel Zamarbide (2239) se dejó unos cuantos puntos en tierras oscenses a pesar de sus seis puntos. Perdió con el único titulado con el que jugó (Naroditsky, 2451) y obtuvo un cinco de ocho -ganó la primera por incomparecencia- frente a rivales que rondaban todos los 2000 puntos, bastantes menos que lo que él tiene. A ver si le va mejor en San Juan.
Concentración, que ese peón en h6 no tiene buenas intenciones.Pedro Viñal (2074) también obtuvo seis puntos y un rendimiento similar, pero al partir con un rating Elo más bajo ha ganado un par de puntillos.
A Pedro no le pudimos "afotar" porque, como él mismo nos apuntaba el último día, gana rápido y así resulta difícil encontrarle en la sala de juego...
José Miguel Ugalde (2176) se tuvo que conformar con cinco puntos en ocho partidas (no disputó la primera ni la última), también con la mayoría de los rivales rondando los 2000 puntos, salvo los dos titulados con los que no tuvo más remedio que claudicar. Al final, visto de otro modo, cinco de seis en los de su liga.
A traición en la sala de análisis junto al puesto de venta de libros mientras intenta escapar al objetivo (de esta me denuncia).Ángel Agudo (1914) se dejó unos cuantos puntillos en Benasque tras hacer cuatro puntos en las nueve rondas que disputó -no jugó la primera-. Sólo perdió tres partidas y dos de ellas con jugadores con un Elo claramente superior al suyo, pero también concedió cuatro tablas incluyendo en el reparto de puntos a jugadores claramente inferiores a él.
Sudando para puntuar... como todos: lo bueno de los polideportivos es la capacidad para organizar un montón de tableros, lo malo que no suelen tener aire acondicionado.Las excursiones
El caso es que algunos vamos a Benasque a lo que vamos: al monte (vale, y a beber vino rancio en el Rabasón). Así que os dejo unas foticos de muestra de nuestras peripecias por los empinados recorridos de la zona:
Estós
Las vistas del valle de Estós impresionantes, como siempre. 
Desde el refugio de Estós hacia el valle. 
Desde la cabaña de TurmoTuca de Salbaguardia
Perspectiva de la cumbre de la Tuca de Salbaguardia (2738 m.) en primer plano, con la zona de Posets mucho más metida entre las nubes. Mala elección el que ese día se acercó a Batisielles. 
La cima de Salbaguadia desde otro ángulo.
Desde la cima de Salbaguardia, ibones, Luchon y la estación de esquí de Superbagneres. 
El "gorrón miguero" de Javier Zaro resultó ser un acentor alpino (Prunella collaris) que, eso sí, en cuanto nos separábamos dos metros de donde habíamos estado almorzando se lanzaba a devorar los restos. 
El Aneto y el macizo de la Maladeta desde la cima de Salbaguardia.
El Aneto otra vez, esta desde la bajada hacia el refugio de La BesurtaRemuñe
Esquivando las lloviznas nos conseguimos hacer en Remuñe con el único trocito de cielo un poco apacible de la zona. 
Como siempre por estas fechas, el valle entero está lleno de lirios (Iris latifolia) en todo su esplendor. Aigüeta de la Val
Desde la cabaña de la Aigüeta 
Pleta de la Aigüeta: sencillamente espectacular. El collado de la Ribereta y los Ibones nos los ahorramos, que después de más de 900m. de desnivel, 500m. más... A caballo.
Los que se fueron un par de días antes se perdieron la excursión a caballo: una gozada a repetir en grupo el año próximo.
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