lunes, 19 de octubre de 2009

Psicologia de algunos errores tipicos del ajedrecista (2ª parte)

En la 1ª parte de esta entrega dejamos a medias los errores que son provocados en general por una insuficiente disciplina interna del ajedrecista. Estos se clasificaban dentro del Grupo I por la autora (María de Las Nieves Morales Cardoso, Licenciada en Psicología).

Continuamos con la transcipción de los mismos en esta entrada. Por cierto, este artículo apareció en el nº 29, de octubre de 1998, de la publicación Ajedrez en Cuba. 1ª parte. 3ª parte


d. El peligro del éxito

El deseo de retomar lo antes posible una partida ganada puede provocar un inesperado desastre. ¡Cuántas veces, aun los jugadores más experimentados, después de haber logrado una superioridad posicional o material relajan irresponsablemente su atención y pasan por alto las sencillas amenazas del adversario! En estos casos, la ventaja obtenida se convierte en un estímulo psicológico negativo y el ajedrecista deja escapar la victoria. Veamos el siguiente ejemplo:



Comentando posteriormente esta posición, el propio Petrosian señaló que el tener una posición sumamente ventajosa, unido esto a la fase anterior de la partida que dejó a Korchnoi constreñido, le habían infundido la creencia en el resultado favorable. Pero cometió el error de hacer 34.Txh6?? Después de esto la partida prosiguió con 35... f3 36.Rg5 Re8 y las negras ganaron.

El avance 35... f3 se le escapó a Petrosian, quizás porque contrastaba excesivamente con la indefendible situación de las negras. Pero el castigo no se hizo esperar: se perdió una partida que tenía ganada. Al estudiar este tipo de ejemplos, el gran maestro A. Kotov observa que tales descuidos son muy raros cuando el jugador busca la manera de salvarse en una posición difícil. Krogius coincide con él y plantea que estos errores suelen presentarse cuando el ajedrecista logra ventaja sobre su adversario, esto hace que no prevea los posibles cambios en la posición y se guíe sin reflexionar por la imagen persistente de la favorable evaluación de la misma (imagen inerte según le llama Krogius).

Lo anterior demuestra la validez del viejo dicho ajedrecista "La partida se considera ganada cuando el ganador haya anotado su punto en la tabla de clasificación."

e. La confusión de ideas

Suele ocurrir que en determinadas posiciones puede escogerse entre dos planes distintos de juego, en tal caso no hay peor cosa que tratar de llevar a cabo ambos planes. Resulta una confusión de ideas tal, que no se logra cumplir ninguno de las dos. Un ejemplo clásico de este error es el siguiente:



En esta posición según comenta Ilin Shenevski, a las blancas se le ofrecían dos continuaciones. Una era aprovechar la mala situación de la torre negra, mediante 1.Af1 Ta4 2.De2 amenazando Db5, o bien 2.Ad3 seguido de 3.Ac2 ó De2, en este caso las piezas negras del flanco dama se hallarían en una situación desagradable. La otra posibilidad consistiría en aprovechar el debilitamiento del peón negro en d5, por medio de 1.f4 g6 2.g4 seguido de 3.f5. Pero las dos continuaciones se fusionaron y las blancas hicieron 1.h3?.

Esta jugada es completamente ineficaz, pues el alfil negro no puede situarse en g4 debido a la respuesta Axd5, siguió 1... b5 2.f4 (tras haber perdido un importante tiempo las blancas optan por la segunda continuación, pero ya demasiado tarde) b4 3.axb4 axb4 4.Af1 (he aquí la primera continuación o al decir Ilin Shenevski, "una parodia de ella") bxc3 5.Axc4 Dxc4 6.bxc3 Axh3 y varias jugadas después las blancas se rindieron.

Según Krogius, este tipo de error tiene en su base la inestabilidad de la atención. Ella se manifiesta cuando el pensamiento pasa de un punto a otro de la posición sin la continuidad lógica necesaria para llegar a una conclusión útil. Por consiguiente, los planes se mezclan y se realizan desacertadamente.

Hasta este momento hemos presentado una serie de errores que tienen un denominador común: todos ellos de una forma u otra provienen de una insuficiente disciplina interna del jugador, o si se prefiere llamarlo de otro modo, de una incompleta o inadecuada organización del proceso intelectual a través del cual el ajedrecista pone en práctica sus conocimientos. Lógicamente, ustedes se preguntarán cómo combatir errores semejantes, por eso a continuación haremos referencia a una serie de medidas que los estudiosos del tema consideran útiles en estos casos.

Aunque parezca una recomendación puramente ajedrecística, el juego a la ciega es quizás el mejor procedimiento de preparación para perfeccionar las cualidades dinámicas de la atención y el pensamiento. Esta forma de juego exige una constante y precisa comparación de las imágenes anteriores con la posición presente y una sistemática verificación de la postura exacta de las piezas, lo cual requiere de grandes esfuerzos volitivos. Método equivalente es el estudio de trabajos sobre ajedrez sin verificarlos sobre el tablero, entrenamiento que muchos maestros actuales practican asiduamente.

Otros procedimientos recomendados son ejercitarse en el hallazgo de soluciones paradójicas, en la búsqueda de recursos ocultos de la defensa en posiciones difíciles, descubrir toda excepción de la regla y desarrollar lo concreto del pensamiento. Con ello el ajedrecista se contamina de un escepticismo muy útil en la valoración de la posición. Asimismo es muy efectivo el método de "cruzar la línea", donde el jugador trata de abstraerse de los propios intentos y de pensar por el adversario, así pueden descubrirse ideas que se escapan cuando se piense unilateralmente. Las partidas rápidas y las sesiones de juego simultáneo cronometradas, por su parte, han mostrado que pueden contribuir a aumentar la capacidad y variabilidad de la atención.

Claro que en la lucha contra estos errores, si se quiere ir al fondo del problema, se hace imprescindible un estudio serio y riguroso de las peculiaridades y etapas del proceso de pensamiento en la partida de ajedrez, con el fin de, sobre esta base, planificar el "entrenamiento mental" del jugador de forma consciente y organizada. Sobre esto hay aún mucho por investigar, así que por nuestra parte, preferimos pasar ahora a la exposición de una serie de errores de naturaleza psicológica más estable: son aquellos que están más vinculados a la personalidad del ajedrecista.



Psicologia de algunos errores tipicos del ajedrecista. 1ª parte. 3ª parte.

3 comentarios:

iñaki dijo...

Interesantes, aunque para nuestro nivel demasiado sofisticados. Lo nuestro son despistes y punto.
Otra cosa, ya llevo dos ratones desgastados y una tendinitis en el índice por los posts anteriores. Aunque a veces dan ganas de usar el dedo de al lado en un gesto que no necesita más explicación. ¡¡¡¡¡ Una tregua, por favor !!!!!

zarkovsi dijo...

Un consejo: comprate un ratón con ruedecilla.

¿Qué es eso de "nuestro" nivel?

Que te repongas.

iñaki dijo...

Nivel me refería que nuestro errores son despistes sin más, porque son más habituales en nosotros que en los jugadores mencionados. No sé quien dijo que en los tiempos muertos del baloncesto, lo jugadores sólo escuchan al principio, luego desconectan. Me temo que pasará parecido con estos posts. Ojo, algunos bien razonados, pero tan extensos que aveces se pierde el hilo.

¿Dónde jugar cafetero?

Aquí iremos actualizando el listado de bares con tablero. Para enriquecer el mismo puedes hacer un comentario en dicha entrada. Gracias de antemano por tu colaboración.

- Bar Terminal. Calderería, 19. Pamplona (los jueves hay concierto)
- Bar Garazi. Calderería, 36. Pamplona (no hay mucha luz)
- Nuevo Casino Principal. Pza. Castillo, 44. Pamplona (muy tranquilo)
- Bar Atalaya. Ctra. Tajonar, 23. Pamplona (cerca de José Vila)
- Billares Liverpool. Iturralde y Suit, 7. Pamplona (entre carambolas)