El año pasaso la ECU (European Chess Union) aprobó lo que podríamos denominar Código de vestimenta para todo quisqui que participe en sus competiciones oficiales. Leontxo García lo ha traído a colación en su miniespacio radiofónico de este domingo, al cual podéis acceder desde Runa Irratia.
Ya la semana pasada Chessbase colgó un artículo sobre la misma temática a propósito de su aplicación en el recientemente finalizado Campeonato de Europa Femenino.
Tras una rápida búsqueda en la web, en el blog de Patricia Llaneza ya se mantenía un hilo desde noviembre del año pasado que ha dado lugar a un intercambio de opiniones bastante interesante. A nivel internacional se puede leer algo en Chessvibes.
Ya adelanto que en los torneos del Runa podremos ver a seres encorsetados en variopintas corbatas y trajes celestiales. Si no, la larga y siempre preparada mano de nuestro querido, y todavía amigo, Intenational Arbiter se hará sentir sin piedad.
1 comentario:
Así a bote pronto he de confesar que al aludido estos códigos de conducta/vestimenta/etc. le parecen, en el fondo, una terrible parida. Sin alcanzar la idiotez sexista de lo de los modelitos ajustados obligatorios de las jugadoras de voleibol, pero de utilidad similar.
Entiendo que se pretenda dar cobertura normativa a posibles decisiones arbitrales u organizativas que deberían desprenderse del más evidente sentido común, pero está por ver que se vaya a usar para eso y no para que un par de pijos y algún mojigato pretendan imponer que los hombres tenemos que jugar con camisas de cuello almidonado y las mujeres sin escote y con falda por debajo de las rodillas.
Dicho de otra manera: no debería hacer falta nada de todo esto para mandar a la puñetera calla a quien se presente hecho un cerdo, o haciendo gala de un hedor de los que cualquiera asociaría a los zombies frikis esos de The Walking Dead.
De la misma manera que no se por qué ningún ente organizativo tiene que decirle a nadie si debe vestir polos, camisas, americana, escote, jersey de cuello alto o bragas de raso.
Si vas dando el cantazo, ya te dará el árbitro una colleja. Y si no te la da, ya se la darán a él los organizadores.
Basta con que los directores de torneo se vistan por los pies y los árbitros nos dediquemos a hacer lo que sabemos que tenemos que hacer sin temor a quedar mal.
En realidad eso ya sucede en los torneos privados.
¿Los torneos oficiales? Pues tres cuartos de lo mismo si árbitros y organizadores tienen la necesaria autoridad.
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