A estas alturas de la película, nadie puede sorprenderse de que en el ajedrez navarro resulte casi imposible trabajar por mejorarlo. Está claro que hay demasiada gente que ni trabaja, ni deja trabajar a los demás en cuanto las decisiones adoptadas no coinciden exactamente con sus deseos, que lógicamente son variados y frecuentemente opuestos, por lo que resulta imposible satisfacerlos todos.
Ahora bien, utilizar a los niños para desacreditar mediante mentiras a los demás va mucho más allá de lo tolerable. Y engañar a sus padres resulta demasiado fácil.
La queja
Recientemente se ha publicado en la sección de Cartas al Director del Diario de Navarra la queja de una persona (es de imaginar que madre o familiar de alguno de los niños implicados) al respecto de las pruebas de selección de niños para conformar los grupos de tecnificación de la FNA.
Resumen de quejas
1. No se publican las notas.
2. El que todos los aprobados sean de Tudela y ninguno de Pamplona, da que pensar.
3. El examinador es el monitor del club de los ocho aprobados.
3a. Les han dado las respuestas. No se acusa de ello, pero el simple hecho de apuntar la posibilidad constituye una acusación.
3b. Se ha trabajado durante el curso los temas que han sido objeto del examen.
4. Se deja a la mayor parte de los niños sin tecnificación.
Errores de bulto en la queja
Resulta comprensible que unos padres que sólo saben lo que alguien les ha contado se crean cualquier cosa, por lo que no pretende ser esto un reproche a la madre, familiar o lo que sea, sino una aclaración a las mentiras que alguien le ha hecho creer.
1. No se publican las notas.
Resulta muy habitual que en las pruebas de acceso de todo tipo se publiquen los resultados como apto/no apto.
No veo inconveniente alguno a que sea así, no se trata de una prueba que vaya a ser argüida como mérito más adelante en función de una mayor o menor nota. Además, en este caso es particularmente conveniente, ya que se trata de seleccionar a los niños con más nivel para formar un grupo de tecnificación, resultando poco educativo promocionar comentarios del tipo de quién ha entrado con más o menos nota.
Tampoco debe perderse de vista que las pruebas de selección no tienen una función didáctica, por lo que no suelen estar sujetas a revisión (de la misma manera que no lo están en otros ámbitos mucho más importantes como puedan ser las oposiciones), algo que no sé si es posible en este caso pero que no ha llegado a solicitarse que yo sepa.
2. El que todos los aprobados sean de Tudela y ninguno de Pamplona, da que pensar.
No puedo sino estar de acuerdo: da que pensar. La cuestión es en qué.
Uno puede pensar que se trata de una obra del complot judeomasónico, sufragada con el oro de Moscú, pero seguramente será más útil, constructivo y realista suponer que, o alguien ha hecho las cosas bien en Tudela, o alguien las ha hecho mal en Pamplona o, seguramente, una mezcla de las dos cosas.
3. El examinador es el monitor del club de los ocho aprobados.
No sé quién le habrá contado semejante patraña a esta buena señora, pero es inadmisible.
En primer lugar, se está acusando a una persona –aunque no se le nombre, resulta obvia la referencia– desde el más absoluto de los desconocimientos: Roi da clases en Tudela, sí, pero resulta que el responsable de los grupos de tecnificación, así como de la elaboración y corrección del examen es un señor nacido en Buenos Aires y residente en Zaragoza, Pablo Glavina. Un señor encantador por lo que he tenido la fortuna de conocer, por cierto.
En segundo lugar, menos llamativo pero con más carga de fondo, ¿se está acaso pretendiendo que una persona ligada a un club no pueda ejercer ninguna función en la FNA? Pues en ese caso sólo queda disolverla, porque creo que deben ser dos o tres las personas que haya federadas sin estar afiliadas a un club.
El ajedrez navarro seguirá sumiéndose en un pozo cada vez más profundo mientras se continúe recurriendo a teorías de la conspiración cada vez que alguien no obtenga los resultados deseados.
La crítica es buena y deseable cuando es seria y se fundamenta, pero disfrazar de crítica lo que no es sino descalificación gratuíta utilizando la mentira no sólo es repugnante e inadmisible, sino que tiene como consecuencia que ninguna persona de prestigio vaya a dignarse a ejercer nunca más función alguna en la FNA.
3a. ¿Les han dado las respuestas?
No se acusa de ello, pero el simple hecho de apuntar la posibilidad constituye una acusación.
Se dice que no, pero se apunta la posibilidad. Es inaceptable.
Estas situaciones sólo conducen a que nadie quiera hacer nada en la FNA: sólo personas que quieran favorecer sus intereses o con afán de notoriedad se expondrán a la descalificación gratuita y mediante mentiras que se utiliza cada vez más frecuentemente como único argumento. Da la sensación de que esa ruina es, precisamente, la aspiración de más de uno: alejar de la gestión de la FNA a cualquier persona objetiva, desinteresada y con la formación adecuada.
3b. ¿Se ha trabajado durante el curso los temas que han sido objeto del examen?
Esta cuestión puede ser comprensible en boca de un padre por su desconocimiento de los temas de los que tratamos, pero intolerable en quien le haya metido esta sandez en la cabeza.
Señora mía: sepa usted –y no se deje engañar por las tonterías de ningún intoxicador de tres al cuarto– que cualquier escuela de ajedrez de iniciación trata las mismas cuestiones básicas. Por lo tanto, no sólo es posible sino también deseable y esperable que se hayan tratado esas cuestiones con los niños. La situación debe enfocarse al contrario: el examen habrá versado sobre los contenidos mínimos que deben tratarse en cualquier escuela de ajedrez, no es que ninguna se haya adaptado a un futuro examen.
Y un aplauso para quien se haya tomado la molestia de repasarlas con ellos con vistas a la prueba si así ha sido.
Si en alguna escuela no se ha seguido método alguno y se han pasado por alto las cuestiones básicas de la enseñanza del ajedrez, o si en alguna nadie se ha molestado en refrescarles a los niños sus conocimientos con vistas a la prueba de nivel, mejor harían los padres en pedirle cuentas a quien no ha realizado bien su labor, en lugar de acusar sin fundamento en los periódicos a otros.
Imagino que por parte de los padres es disculpable hacer caso de la única persona con la que se está en contacto, pero suele ser muy conveniente contrastar las informaciones para no acusar con falsedad a nadie.
4. Se deja a la mayor parte de los niños sin tecnificación.
En la misma medida que se deja a la mayor parte de los niños de Navarra que juegan al futbol sin entrenar con Osasuna, por ejemplo.
Un grupo de tecnificación trata de preparar a los que más han destacado y la prueba de nivel es el único medio objetivo de valorar quiénes están mejor preparados. Es imposible que la tecnificación abarque a todos los niños.
Si se trabaja bien con esos niños durante el año en sus escuelas, sin duda volverán a tener la oportunidad de incorporarse a los grupos de tecnificación de la FNA.
Resulta obvio que la queja de esta persona tiene origen en las mentiras que le ha contado alguien, puesto que ella (madre o lo que sea de alguno de los niños) no iba a saber ni de dónde era cada uno, ni quién entrena a qué equipo.
La madre ha cometido un error, a mi entender grave y que sólo podría ser parcialmente enmendado con una disculpa pública en el mismo medio en el que lo cometió, pero sólo uno: acusar públicamente sin pruebas, desde el desconocimiento y con la única información de alguien que, evidentemente, mentía.
Lo que merece otro tipo de tratamiento es la actitud de quien haya engañado de forma tan miserable a esa persona.
Resulta tristemente habitual que entrenadores de niños recurran a todo tipo de indecencias para ocultar sus errores, o simplemente para mantener la ilusión de los padres (con el objeto de mantener sus honorarios, claro) en lo bueno que es su hijo. Los que hemos vivido campeonatos de España escolares hemos visto todo tipo de indecencias en este sentido, pero que se hayan trasladado estas miserias al trabajo de iniciación con los niños es simplemente repugnante.
Realmente no importa que se haya hecho para encubrir errores propios o simplemente para arrojar mierda sobre otros por el motivo que sea: es intolerable.
Conclusiones
El ajedrez navarro recibió un fuerte impulso hace veinte años cuando se puso en marcha la escuela de tecnificación.
En aquellos años había tomado las riendas de la FNA un grupo de personas con ánimo de modernizar y mejorar el ajedrez navarro, capaces de mirar más allá de sus intereses y de no cometer el estúpido error de confundir la diferencia de opinión con el enfrentamiento personal. Se tardó unos años en obtener resultados, como es natural, pero llegaron: en aquella época hubiera sido calificado de ciencia ficción que hubiera en Navarra jugadores, árbitros y torneos de trascendencia internacional.
Desgraciadamente, hace ya tiempo que esa visión de servicio a la comunidad ajedrecística ha desaparecido y esas personas o bien están fuera de Navarra o jamás se les ocurriría retomar labores directivas ante la evidencia de que hay quienes nunca van a dejar trabajar a quienes buscan el bien común y no sólo el de determinados grupos.
Ahora resulta que se desprecia haber dispuesto del entrenador español de más prestigio en la escuela de tecnificación, se descalifica impunemente a cualquiera que aplique un reglamento si se ha sido el infractor, se acusa con falsedad manifiesta a todo aquel que cometa la osadía de argumentar y no plegarse a exigencias irracionales de nadie y, en general, se intenta denostar a todo aquel que obre con diligencia, objetividad y sin plegarse a intereses que no son los del ajedrez navarro, sino los de determinados grupos y personas.
El resultado es evidente: el nivel de los niños en edad escolar es bajo y no se ha elevado como en otras comunidades, el de niños mayores no sólo no ha subido sino que baja cada vez más (¿alguien recuerda cuando el Campeonato Juvenil era tan duro –o más, que había previa y final a cuatro– como jugarse el título de Campeón de Navarra?), tenemos árbitros internacionales pero no hay árbitros de base y peligra gravemente la celebración de los torneos por falta de quién los dirija, apenas hay monitores…
¿Y qué se hace para remediar todo esto? Calentar la cabeza con mentiras a los allegados de un niño.
Qué vergüenza.
"Juega la apertura como un libro, el medio juego como un mago y los finales como una máquina." (Rudolf Spielmann, ajedrecista austríaco)
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martes, 3 de noviembre de 2009
miércoles, 14 de octubre de 2009
Se abre la sesión: el inexistente “caso liga vasca”
Hasta ahora he hablado sólo de cómo se debe hacer las cosas y cómo no se puede permitir que se hagan por simple higiene democrática, no sobre las cuestiones concretas.
Ha habido quienes se han empeñado en no hablar sobre lo propuesto, algo que no sorprende, puesto que incluso ellos deben ser conscientes de que su manera de actuar es inadmisible desde cualquier punto de vista de la praxis democrática.
Nadie ha podido escribir una sola palabra en contra de los argumentos que se expusieron en la Asamblea y por los que se decidió proponer este calendario, ni siquiera se ha intentado. Nadie ha aportado un solo argumento en favor de otro calendario: sólo el deseo de jugar la competición de la FVA, prescindiendo de cualquier condicionante que esto pueda suponer para los demás jugadores, los demás equipos y cualquier aspecto organizativo de la FNA.
No existe un “caso liga vasca”
No existe, simple y llanamente. No es que haya un caso que sea de una o de otra manera, es que no hay caso alguno.
La Federación Navarra de Ajedrez promueve, regula y organiza la práctica del ajedrez en Navarra. Además, forma parte de la Federación Española de Ajedrez y la representa en Navarra. Así lo recogen y ordenan sus estatutos:
ESTATUTOS DE LA FEDERACIÓN NAVARRA DE AJEDREZ
TITULO I NORMAS GENERALES. CAPITULO I
Artículo 2.- Objeto.
1. La Federación Navarra de Ajedrez es una entidad privada de base asociativa, sin ánimo de lucro, cuyo
objeto principal es promover y desarrollar con carácter general la práctica de la modalidad deportiva de
ajedrez en todo el ámbito territorial de la Comunidad Foral de Navarra.
Artículo 5.- Representación Federativa estatal.
La Federación Navarra de Ajedrez está integrada en la Federación Española de Ajedrez, ostentando la
exclusiva representación de ésta en el ámbito territorial de la Comunidad Foral de Navarra.
CAPITULO II Funciones
Artículo 9.- Funciones
1. Son funciones propias de la Federación Navarra de Ajedrez, en el marco del tráfico jurídico privado:
a) La promoción general del ajedrez en todo el territorio de Navarra, tanto en la faceta del deporte de
competición como en la del deporte para todos.
Así las cosas, la FNA tiene el derecho y la obligación de organizar sus competiciones autonómicas de la mejor manera posible. Sus competiciones, no las de la FVA.
Estructura del calendario de la FNA aprobado en la Asamblea
El calendario propuesto a la Asamblea fue elaborado tomando como punto de partida varias circunstancias que ya fueron explicadas en la última reunión de la Asamblea de la FNA, que aprobó esa propuesta sin que nadie haya podido hasta ahora poner un duda uno sólo de estos criterios, por cierto. Expondré brevemente cómo las veo yo:
1.- Resulta fundamental que el primer torneo que se dispute sea el absoluto por equipos:
• Este torneo es el que genera el esfuerzo organizativo de los clubes. Ubicarlo a principio de temporada centraliza la tramitación de licencias en lugar de haber un continuo goteo durante el año, lo que organizativamente no es deseable y causa diversos trastornos.
• Al haberse tramitado las licencias para este torneo, se cuenta con un número de jugadores potencialmente mayor para los demás torneos: si están federados es posible que los jueguen, si no les pinchan para federarse, seguramente no jugarán ninguno.
2.- Es de gran importancia que todas las competiciones en las que se diluciden plazas de acceso a competiciones estatales se desarrollen cuanto antes.
• Por una parte, resulta evidente que no puede enviarse al campeón de una competición a la correspondiente competición estatal si no se ha celebrado aún la competición autonómica.
• Con motivo de la organización de los viajes y la reserva de billetes, a la FNA le resulta mucho más gravoso tener que hacerlo a pocas fechas vista con la antelación suficiente para adquirir billetes de bajo coste, puesto que frecuentemente tienen que ser nominales (se compra el billete para una persona concreta, no lo puede usar otra).
3.- El ajedrez navarro tiene actualmente una enorme carencia de árbitros en activo, por lo que resulta insostenible que el mismo día se disputen dos competiciones arbitradas.
• Los Juegos Deportivos deben disputarse necesariamente en los primeros meses del año por lo explicado en el punto 2 y la única competición que no se arbitra –puesto que resulta imposible- ni requiere organización porque se juega en los locales de los equipos es el torneo por equipos.
• Si se disputa el torneo de invierno en esas fechas, tal y como se pretende, esto obligaría a que un reducidísimo número de árbitros que se mantienen activos arbitren una competición el sábado a la mañana y otra el sábado a la tarde –o el viernes a la tarde y noche-. Esto es inviable.
• La última temporada se pudo arbitrar gracias al enorme esfuerzo de personas como Javier Yaben y Gorka Argandoña, que arbitraron muchísimos días que no querían y que les venía muy mal. También al de Víctor Rodríguez y otros árbitros de Tudela y Peralta, que además de arbitrar todo lo arbitrable en su zona llegaron a arbitrar alguna jornada en Pamplona. También hubo que recurrir a que árbitros internacionales arbitraran torneos infantiles o de rápidas, papel que evidentemente no es el que deben desempeñar en la FNA.
4.- Es muy recomendable trabajar con año natural, en lugar de por temporadas.
• El ajedrez no tiene el carácter estacional de los deportes al aire libre. Ese es el origen de los periodos de temporada septiembre-junio y en ajedrez no tiene sentido.
• Supone una gran ventaja organizativa trabajar con año natural, ya que permite acompasar las competiciones con las de la FEDA (que hace tiempo que trabaja con el año natural) y la actividad de la FNA con la realidad administrativa, económica y fiscal que tiene que afrontar diariamente más allá de lo deportivo.
• No es imprescindible utilizar el año natural, ya que algunas federaciones no lo hacen (otras sí) y hasta ahora se ha trabajado por temporadas, pero sí resulta aconsejable.
5.- Es importante ubicar en el calendario de manera reconocible un periodo en el que se disputen las competiciones de partidas relámpago y rápidas.
• Estos torneos tuvieron gran aceptación durante bastantes años (incluso se disputaban rápidas de 5 y de 10 minutos, tanto por equipos como individual), no hay motivo para suponer que no son recuperables.
• Uno de los motivos de la baja participación en ese tipo de torneos es que nadie sabe ni siquiera en qué época del año son: cada año se han ido encajando de mala manera en fines de semana dispersos y diferentes de un año a otro.
6.- Ante la baja participación en los torneos, se ha propuesto una fórmula novedosa para el torneo de invierno, equivalente a los disputados hasta ahora en primavera y en invierno.
• Este formato de jugar los viernes por la tarde-noche goza de éxito en otros lugares.
• Este formato puede suponer algún obtáculo para algunos jugadores, pero permite que otros que no pueden jugar el sábado por sus obligaciones familiares disputen una competición
7.- Es fundamental que cada año puedan realizarse actividades de formación para que las actividades de la FNA puedan desarrollarse.
• Es importante que existan cursos de monitores con la extensión suficiente para formarlos adecuadamente, tanto a los nuevos como a los que ya ejercen. Que haya suficientes monitores y que estén bien capacitados es la base para que haya más y mejores jugadores a medio y largo plazo. Con motivo de la distribución del curso escolar, es importante que las formaciones de monitores sean a principios de otoño.
• La FNA necesita incrementar el número de árbitros y que actualicen sus conocimientos los que ya lo son.
• Resultaría imposible reflotar estos dos estamentos si estos cursos no tienen una ubicación en el calendario que no sea coincidente con las competiciones: nadie se apuntaría porque salvo raras excepciones, todos somos jugadores antes que monitores o árbitros.
¿Argumentos en contra de estos planteamientos?
Ni uno, señores, no se ha hecho ninguno.
Ni siquiera se ha hecho una sola valoración de estos argumentos.
¿Acaso se van a comprometer a arbitrar todas las competiciones aquellos que pretenden que se disputen dos el mismo día?
¿Acaso se van a apuntar a los cursos de árbitro y de Swiss Manager para poder gestionar adecuadamente las competiciones ellos –figurar como árbitro sin haberse leído en diez años una reglamentación que cambia con frecuencia no es de recibo-?
¿Se ha propuesto alguna medida para recuperar los torneos de rápidas y relámpago?
¿Han previsto periodos de formación de técnicos que permitan corregir la terrible carencia de monitores y árbitros de la FNA?
¿Ha habido alguna valoración del impacto organizativo de una u otra cosa?
Sobre cómo se informó acerca de estas cuestiones en un reunión a la que no se invitó a parte de los equipos de Navarra y que fue convocada para organizar un boicot según los propios organizadores, mejor ni hablamos.
No, simplemente se ha puesto el carro delante de los bueyes. Con el único motivo de facilitar la disputa de la competición por equipos de la FVA, hay quien ha decidido que hay que eliminar las competiciones relevantes de la FNA de ese rango de fechas aunque sean las mejores, sin ni siquiera reparar en ningún otro tipo de circunstancias.
A estas alturas de la película, sospecho que es demasiado pretender que primero se valoren los argumentos y sólo después se tome una decisión en función de ellos. Pero que quede claro, porque no por esperable es menos digno de reproche prescindir de cualquier tipo de razonamiento a favor de unas conclusiones preestablecidas.
Simple y llanamente: hay una serie de personas que por uno u otro motivo quieren jugar la competición de la FVA y les trae sin cuidado que eso perjudique a las competiciones de la FNA y a los demás federados.
Navarros compitiendo en los torneos de la FVA
La participación de jugadores y equipos de la FNA en competiciones de la FVA se ha venido produciendo desde hace bastantes años.
Estas competiciones pueden suponer un aliciente para los jugadores navarros porque facilita disputar partidas contra rivales de nivel alto y, sobre todo, contra rivales diferentes a los que se tiene habitualmente.
Aunque actualmente hay varias competiciones importantes en el ámbito de la FNA y resulta mucho más fácil que hace unos años disputar un torneo open en cualquier parte, siempre hay personas que por circunstancias laborales y personales no pueden disputar competiciones de varios días seguidos. A estas personas les puede resultar especialmente interesante poder disputar una competición que se desarrolla los fines de semana, mantiene buen nivel ajedrecístico y que supone realizar desplazamientos que aunque sean incómodos, son asumibles.
Hasta donde yo sé, nadie ha puesto impedimento alguno para que se dispute las competiciones de la FVA quien así lo desee.
Sí han existido muchas veces las lógicas reticencias que hayan podido albergar quienes fuera con respecto a la posibilidad de verse perjudicados por esta competición: nadie en la competición de la FNA puede ser perjudicado por la disputa de otra competición autonómica por determinadas personas o equipos, sean pocos o muchos.
En cualquier caso, resulta evidente que nadie ha tratado de impedir nunca la disputa de estas competiciones. Cualquiera que pretendiera impedir que se participe en competiciones de la FVA no necesitaría trabajar la centésima parte del tiempo que se ha empleado en redactar y revisar la normativa recientemente aprobada por la Asamblea para que fuera una documento cuidado, funcional, coherente y sin contradicciones.
Quien quisiera algo así le bastaría denunciar la situación en la instancia pertinente (o ponerla en conocimiento de los medios de comunicación más rancios que se le ocurran, método este más rastrero pero sin duda más efectivo) con la base legal que otorga el hecho de que hay jugadores y equipos que disputan una competición autonómica para la que no disponen de licencia federativa (a lo que hay que añadir que, por lo tanto, tampoco tendrán el preceptivo seguro, sin el cual la Ley del Deporte no permite competir).
No creo que haga falta ser abogado para advertir que existen resquicios legales para defender lo uno y lo contrario, pero tampoco es necesario ser muy listo para darse cuenta de que si algo así llegara oídos de La Caverna más allá del Ebro, se armaría la de Dios es Cristo: alguien terminaría tomando medidas para tranquilizar a esos grupos sociales que tanto gustan de sentirse heridos en el orgullo patrio por cualquier cosa (justo antes y después de acusar a los demás de nacionalista, de locos, pero esto funciona así).
Números cantan
Los periodos que se pueden utilizar para las competiciones autonómicas largas son claramente tres: desde navidad hasta semana santa, desde semana santa hasta finales de junio y desde finales de verano hasta los puentes de diciembre. Idoneo hay claramente sólo uno.
No resulta difícil comprobar que la mayor parte de las federaciones autonómicas de ajedrez –también la FVA– organizan la competición por equipos entre principios de año y semana santa. Está claro que son la mejores fechas y las más apropiadas para organizar la competición más importante del calendario: menos horas de luz, menos actividades al aire libre, fuera de los habituales periodos de bodas y comuniones.
La FNA no puede permitir que se hurte al los federados navarros las mejores fechas para la disputa de torneos. Puede llegar a ser discutible si conviene utilizar esas fechas para el torneo por equipos o para el individual, las dos grandes competiciones de la FNA, pero prescindir de ellas para que unos cuantos puedan participar en un torneo de otra federación autonómica jamás puede estar en la cartera de la federación que gestiona los torneos y federados perjudicados.
El interés deportivo que puede despertar la competición autonómica por equipos de la FVA no puede hacernos olvidar los derechos de los federados navarros, como ya apuntaba antes. Tampoco puede olvidarse que en cuestión de derechos no puede hablarse de mayorías ni de minorías. Si por algo se distingue un estado de derecho es por respetar los derechos de las personas, aunque constituyan una minoría.
Pero cuidado, al margen de lo ya comentado, autoproclamarse mayoritario no significa serlo. El planteamiento que algunos están haciendo supone condicionar las partidas de 160 personas (8x8 en preferente, 8x6 en primera y 12x4 en segunda) por el de un máximo de 16 (4x4).
La desproporción es tan evidente que no deberían hacer falta comentarios.
Pero claro, tampoco deberían ser necesarios para calificar las actitudes antidemocráticas con las que se está intentando violentar los acuerdos de la última Asamblea y ya vemos cómo está el tema.
Hablemos de “eso”
Empiezo a tener la misma sensación de cuando empezaron a poner los programas de Elena Ochoa de los primeros años noventa, genialmente parodiados después por Martes y Trece: nadie nombra lo que en realidad es el objeto de discusión.
A pesar de que sea cierto que existen intereses ajedrecísticos en la disputa de la liga vasca, tal y como ya se ha comentado, resulta indiscutible que en este caso “eso” es una cuestión política que está en una gran medida detrás de la intención de otorgar preferencia a la competición de una federación autonómica con respecto a las de la federación en la que estamos. Pues muy señores míos, para eso uno se federa en la FVA, no en la FNA: las federaciones deportivas están para gestionar una realidad administrativa, no para condicionar la actividad de su deporte a los deseos políticos de nadie, por legítimos que sean en el contexto adecuado.
Las ideas políticas son todas defendibles… por los medios adecuados. Una federación deportiva no lo es.
Los más viejos y los que sin serlo tanto hemos buceado en la historia por el placer de conocerla (no buscando excusas a ideas preconcebidas como suele ser habitual) sabemos perfectamente que Navarra y la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) estuvieron a punto de ser una sola comunidad autónoma, puesto que fue una de las posibilidades que se barajaron en la transición.
Seguramente hubiera sido mucho mejor en muchos aspectos, en particular porque el empeño en poner puertas al campo y cercar una historia cultural común sólo ha creado conflictos y ha impedido el enriquecimiento cultural mutuo de dos sociedades que muy a menudo son una sola.
Al final nos hubiera caído la caspa encima de todas maneras, aunque puestos a elegir, yo personalmente me quedo a ciegas con la caspa de los jesuitas que con la del Opus Dei.
Y que nadie se engañe, si no somos una sola comunidad autónoma unos y otros, no es por esa óptica tremendista en la que pareciera que la CAV nos va a comer cual lobo feroz, por más que se empeñen en inculcar tamaña sandez desde ciertos sectores. La realidad tiene mucho más que ver con la caspa dominante: una CAV con Navarra como cuarta provincia hubiera hecho mermar muchísimo el poder de las castas dominantes de la derecha navarra, puesto que se habría diluido mucho su influencia.
Pero, señores, la FNA está para gestionar el ajedrez en el marco administrativamente dispuesto. Las aspiraciones de otro tipo son perfectamente legítimas, pero sólo en el marco correspondiente, no en el de la gestión deportiva.
Aviso a navegantes
Uno ya está curado de espanto de otros lugares ajenos al ajedrez, en los que franquistas vergonzantes, progres de salón, fundamentalistas de cualquier causa y catetos en general despachaban –e imagino que lo siguen haciendo– cualquier tipo de argumento tratando a su interlocutor de facha, terrorista o cualquier otra gilipollez según sacara los colores a integristas de una u otra condición.
A mí personalmente me divertía comprobar que era descalificado –que no rebatido– por cierto tipo de personajes, incapaces de esgrimir un solo argumento racional, pero serían de agradecer dos cosas: que no se olvide que hablamos de ajedrez, no de otras cosas, y que no se caiga en ese tipo de actitudes, porque no son tolerables en ningún caso y porque ni siquiera estamos en esos ámbitos en los que se utiliza el teclado a modo de bate de beisbol virtual.
Ha habido quienes se han empeñado en no hablar sobre lo propuesto, algo que no sorprende, puesto que incluso ellos deben ser conscientes de que su manera de actuar es inadmisible desde cualquier punto de vista de la praxis democrática.
Nadie ha podido escribir una sola palabra en contra de los argumentos que se expusieron en la Asamblea y por los que se decidió proponer este calendario, ni siquiera se ha intentado. Nadie ha aportado un solo argumento en favor de otro calendario: sólo el deseo de jugar la competición de la FVA, prescindiendo de cualquier condicionante que esto pueda suponer para los demás jugadores, los demás equipos y cualquier aspecto organizativo de la FNA.
No existe un “caso liga vasca”
No existe, simple y llanamente. No es que haya un caso que sea de una o de otra manera, es que no hay caso alguno.
La Federación Navarra de Ajedrez promueve, regula y organiza la práctica del ajedrez en Navarra. Además, forma parte de la Federación Española de Ajedrez y la representa en Navarra. Así lo recogen y ordenan sus estatutos:
ESTATUTOS DE LA FEDERACIÓN NAVARRA DE AJEDREZ
TITULO I NORMAS GENERALES. CAPITULO I
Artículo 2.- Objeto.
1. La Federación Navarra de Ajedrez es una entidad privada de base asociativa, sin ánimo de lucro, cuyo
objeto principal es promover y desarrollar con carácter general la práctica de la modalidad deportiva de
ajedrez en todo el ámbito territorial de la Comunidad Foral de Navarra.
Artículo 5.- Representación Federativa estatal.
La Federación Navarra de Ajedrez está integrada en la Federación Española de Ajedrez, ostentando la
exclusiva representación de ésta en el ámbito territorial de la Comunidad Foral de Navarra.
CAPITULO II Funciones
Artículo 9.- Funciones
1. Son funciones propias de la Federación Navarra de Ajedrez, en el marco del tráfico jurídico privado:
a) La promoción general del ajedrez en todo el territorio de Navarra, tanto en la faceta del deporte de
competición como en la del deporte para todos.
Así las cosas, la FNA tiene el derecho y la obligación de organizar sus competiciones autonómicas de la mejor manera posible. Sus competiciones, no las de la FVA.
Estructura del calendario de la FNA aprobado en la Asamblea
El calendario propuesto a la Asamblea fue elaborado tomando como punto de partida varias circunstancias que ya fueron explicadas en la última reunión de la Asamblea de la FNA, que aprobó esa propuesta sin que nadie haya podido hasta ahora poner un duda uno sólo de estos criterios, por cierto. Expondré brevemente cómo las veo yo:
1.- Resulta fundamental que el primer torneo que se dispute sea el absoluto por equipos:
• Este torneo es el que genera el esfuerzo organizativo de los clubes. Ubicarlo a principio de temporada centraliza la tramitación de licencias en lugar de haber un continuo goteo durante el año, lo que organizativamente no es deseable y causa diversos trastornos.
• Al haberse tramitado las licencias para este torneo, se cuenta con un número de jugadores potencialmente mayor para los demás torneos: si están federados es posible que los jueguen, si no les pinchan para federarse, seguramente no jugarán ninguno.
2.- Es de gran importancia que todas las competiciones en las que se diluciden plazas de acceso a competiciones estatales se desarrollen cuanto antes.
• Por una parte, resulta evidente que no puede enviarse al campeón de una competición a la correspondiente competición estatal si no se ha celebrado aún la competición autonómica.
• Con motivo de la organización de los viajes y la reserva de billetes, a la FNA le resulta mucho más gravoso tener que hacerlo a pocas fechas vista con la antelación suficiente para adquirir billetes de bajo coste, puesto que frecuentemente tienen que ser nominales (se compra el billete para una persona concreta, no lo puede usar otra).
3.- El ajedrez navarro tiene actualmente una enorme carencia de árbitros en activo, por lo que resulta insostenible que el mismo día se disputen dos competiciones arbitradas.
• Los Juegos Deportivos deben disputarse necesariamente en los primeros meses del año por lo explicado en el punto 2 y la única competición que no se arbitra –puesto que resulta imposible- ni requiere organización porque se juega en los locales de los equipos es el torneo por equipos.
• Si se disputa el torneo de invierno en esas fechas, tal y como se pretende, esto obligaría a que un reducidísimo número de árbitros que se mantienen activos arbitren una competición el sábado a la mañana y otra el sábado a la tarde –o el viernes a la tarde y noche-. Esto es inviable.
• La última temporada se pudo arbitrar gracias al enorme esfuerzo de personas como Javier Yaben y Gorka Argandoña, que arbitraron muchísimos días que no querían y que les venía muy mal. También al de Víctor Rodríguez y otros árbitros de Tudela y Peralta, que además de arbitrar todo lo arbitrable en su zona llegaron a arbitrar alguna jornada en Pamplona. También hubo que recurrir a que árbitros internacionales arbitraran torneos infantiles o de rápidas, papel que evidentemente no es el que deben desempeñar en la FNA.
4.- Es muy recomendable trabajar con año natural, en lugar de por temporadas.
• El ajedrez no tiene el carácter estacional de los deportes al aire libre. Ese es el origen de los periodos de temporada septiembre-junio y en ajedrez no tiene sentido.
• Supone una gran ventaja organizativa trabajar con año natural, ya que permite acompasar las competiciones con las de la FEDA (que hace tiempo que trabaja con el año natural) y la actividad de la FNA con la realidad administrativa, económica y fiscal que tiene que afrontar diariamente más allá de lo deportivo.
• No es imprescindible utilizar el año natural, ya que algunas federaciones no lo hacen (otras sí) y hasta ahora se ha trabajado por temporadas, pero sí resulta aconsejable.
5.- Es importante ubicar en el calendario de manera reconocible un periodo en el que se disputen las competiciones de partidas relámpago y rápidas.
• Estos torneos tuvieron gran aceptación durante bastantes años (incluso se disputaban rápidas de 5 y de 10 minutos, tanto por equipos como individual), no hay motivo para suponer que no son recuperables.
• Uno de los motivos de la baja participación en ese tipo de torneos es que nadie sabe ni siquiera en qué época del año son: cada año se han ido encajando de mala manera en fines de semana dispersos y diferentes de un año a otro.
6.- Ante la baja participación en los torneos, se ha propuesto una fórmula novedosa para el torneo de invierno, equivalente a los disputados hasta ahora en primavera y en invierno.
• Este formato de jugar los viernes por la tarde-noche goza de éxito en otros lugares.
• Este formato puede suponer algún obtáculo para algunos jugadores, pero permite que otros que no pueden jugar el sábado por sus obligaciones familiares disputen una competición
7.- Es fundamental que cada año puedan realizarse actividades de formación para que las actividades de la FNA puedan desarrollarse.
• Es importante que existan cursos de monitores con la extensión suficiente para formarlos adecuadamente, tanto a los nuevos como a los que ya ejercen. Que haya suficientes monitores y que estén bien capacitados es la base para que haya más y mejores jugadores a medio y largo plazo. Con motivo de la distribución del curso escolar, es importante que las formaciones de monitores sean a principios de otoño.
• La FNA necesita incrementar el número de árbitros y que actualicen sus conocimientos los que ya lo son.
• Resultaría imposible reflotar estos dos estamentos si estos cursos no tienen una ubicación en el calendario que no sea coincidente con las competiciones: nadie se apuntaría porque salvo raras excepciones, todos somos jugadores antes que monitores o árbitros.
¿Argumentos en contra de estos planteamientos?
Ni uno, señores, no se ha hecho ninguno.
Ni siquiera se ha hecho una sola valoración de estos argumentos.
¿Acaso se van a comprometer a arbitrar todas las competiciones aquellos que pretenden que se disputen dos el mismo día?
¿Acaso se van a apuntar a los cursos de árbitro y de Swiss Manager para poder gestionar adecuadamente las competiciones ellos –figurar como árbitro sin haberse leído en diez años una reglamentación que cambia con frecuencia no es de recibo-?
¿Se ha propuesto alguna medida para recuperar los torneos de rápidas y relámpago?
¿Han previsto periodos de formación de técnicos que permitan corregir la terrible carencia de monitores y árbitros de la FNA?
¿Ha habido alguna valoración del impacto organizativo de una u otra cosa?
Sobre cómo se informó acerca de estas cuestiones en un reunión a la que no se invitó a parte de los equipos de Navarra y que fue convocada para organizar un boicot según los propios organizadores, mejor ni hablamos.
No, simplemente se ha puesto el carro delante de los bueyes. Con el único motivo de facilitar la disputa de la competición por equipos de la FVA, hay quien ha decidido que hay que eliminar las competiciones relevantes de la FNA de ese rango de fechas aunque sean las mejores, sin ni siquiera reparar en ningún otro tipo de circunstancias.
A estas alturas de la película, sospecho que es demasiado pretender que primero se valoren los argumentos y sólo después se tome una decisión en función de ellos. Pero que quede claro, porque no por esperable es menos digno de reproche prescindir de cualquier tipo de razonamiento a favor de unas conclusiones preestablecidas.
Simple y llanamente: hay una serie de personas que por uno u otro motivo quieren jugar la competición de la FVA y les trae sin cuidado que eso perjudique a las competiciones de la FNA y a los demás federados.
Navarros compitiendo en los torneos de la FVA
La participación de jugadores y equipos de la FNA en competiciones de la FVA se ha venido produciendo desde hace bastantes años.
Estas competiciones pueden suponer un aliciente para los jugadores navarros porque facilita disputar partidas contra rivales de nivel alto y, sobre todo, contra rivales diferentes a los que se tiene habitualmente.
Aunque actualmente hay varias competiciones importantes en el ámbito de la FNA y resulta mucho más fácil que hace unos años disputar un torneo open en cualquier parte, siempre hay personas que por circunstancias laborales y personales no pueden disputar competiciones de varios días seguidos. A estas personas les puede resultar especialmente interesante poder disputar una competición que se desarrolla los fines de semana, mantiene buen nivel ajedrecístico y que supone realizar desplazamientos que aunque sean incómodos, son asumibles.
Hasta donde yo sé, nadie ha puesto impedimento alguno para que se dispute las competiciones de la FVA quien así lo desee.
Sí han existido muchas veces las lógicas reticencias que hayan podido albergar quienes fuera con respecto a la posibilidad de verse perjudicados por esta competición: nadie en la competición de la FNA puede ser perjudicado por la disputa de otra competición autonómica por determinadas personas o equipos, sean pocos o muchos.
En cualquier caso, resulta evidente que nadie ha tratado de impedir nunca la disputa de estas competiciones. Cualquiera que pretendiera impedir que se participe en competiciones de la FVA no necesitaría trabajar la centésima parte del tiempo que se ha empleado en redactar y revisar la normativa recientemente aprobada por la Asamblea para que fuera una documento cuidado, funcional, coherente y sin contradicciones.
Quien quisiera algo así le bastaría denunciar la situación en la instancia pertinente (o ponerla en conocimiento de los medios de comunicación más rancios que se le ocurran, método este más rastrero pero sin duda más efectivo) con la base legal que otorga el hecho de que hay jugadores y equipos que disputan una competición autonómica para la que no disponen de licencia federativa (a lo que hay que añadir que, por lo tanto, tampoco tendrán el preceptivo seguro, sin el cual la Ley del Deporte no permite competir).
No creo que haga falta ser abogado para advertir que existen resquicios legales para defender lo uno y lo contrario, pero tampoco es necesario ser muy listo para darse cuenta de que si algo así llegara oídos de La Caverna más allá del Ebro, se armaría la de Dios es Cristo: alguien terminaría tomando medidas para tranquilizar a esos grupos sociales que tanto gustan de sentirse heridos en el orgullo patrio por cualquier cosa (justo antes y después de acusar a los demás de nacionalista, de locos, pero esto funciona así).
Números cantan
Los periodos que se pueden utilizar para las competiciones autonómicas largas son claramente tres: desde navidad hasta semana santa, desde semana santa hasta finales de junio y desde finales de verano hasta los puentes de diciembre. Idoneo hay claramente sólo uno.
No resulta difícil comprobar que la mayor parte de las federaciones autonómicas de ajedrez –también la FVA– organizan la competición por equipos entre principios de año y semana santa. Está claro que son la mejores fechas y las más apropiadas para organizar la competición más importante del calendario: menos horas de luz, menos actividades al aire libre, fuera de los habituales periodos de bodas y comuniones.
La FNA no puede permitir que se hurte al los federados navarros las mejores fechas para la disputa de torneos. Puede llegar a ser discutible si conviene utilizar esas fechas para el torneo por equipos o para el individual, las dos grandes competiciones de la FNA, pero prescindir de ellas para que unos cuantos puedan participar en un torneo de otra federación autonómica jamás puede estar en la cartera de la federación que gestiona los torneos y federados perjudicados.
El interés deportivo que puede despertar la competición autonómica por equipos de la FVA no puede hacernos olvidar los derechos de los federados navarros, como ya apuntaba antes. Tampoco puede olvidarse que en cuestión de derechos no puede hablarse de mayorías ni de minorías. Si por algo se distingue un estado de derecho es por respetar los derechos de las personas, aunque constituyan una minoría.
Pero cuidado, al margen de lo ya comentado, autoproclamarse mayoritario no significa serlo. El planteamiento que algunos están haciendo supone condicionar las partidas de 160 personas (8x8 en preferente, 8x6 en primera y 12x4 en segunda) por el de un máximo de 16 (4x4).
La desproporción es tan evidente que no deberían hacer falta comentarios.
Pero claro, tampoco deberían ser necesarios para calificar las actitudes antidemocráticas con las que se está intentando violentar los acuerdos de la última Asamblea y ya vemos cómo está el tema.
Hablemos de “eso”
Empiezo a tener la misma sensación de cuando empezaron a poner los programas de Elena Ochoa de los primeros años noventa, genialmente parodiados después por Martes y Trece: nadie nombra lo que en realidad es el objeto de discusión.
A pesar de que sea cierto que existen intereses ajedrecísticos en la disputa de la liga vasca, tal y como ya se ha comentado, resulta indiscutible que en este caso “eso” es una cuestión política que está en una gran medida detrás de la intención de otorgar preferencia a la competición de una federación autonómica con respecto a las de la federación en la que estamos. Pues muy señores míos, para eso uno se federa en la FVA, no en la FNA: las federaciones deportivas están para gestionar una realidad administrativa, no para condicionar la actividad de su deporte a los deseos políticos de nadie, por legítimos que sean en el contexto adecuado.
Las ideas políticas son todas defendibles… por los medios adecuados. Una federación deportiva no lo es.
Los más viejos y los que sin serlo tanto hemos buceado en la historia por el placer de conocerla (no buscando excusas a ideas preconcebidas como suele ser habitual) sabemos perfectamente que Navarra y la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) estuvieron a punto de ser una sola comunidad autónoma, puesto que fue una de las posibilidades que se barajaron en la transición.
Seguramente hubiera sido mucho mejor en muchos aspectos, en particular porque el empeño en poner puertas al campo y cercar una historia cultural común sólo ha creado conflictos y ha impedido el enriquecimiento cultural mutuo de dos sociedades que muy a menudo son una sola.
Al final nos hubiera caído la caspa encima de todas maneras, aunque puestos a elegir, yo personalmente me quedo a ciegas con la caspa de los jesuitas que con la del Opus Dei.
Y que nadie se engañe, si no somos una sola comunidad autónoma unos y otros, no es por esa óptica tremendista en la que pareciera que la CAV nos va a comer cual lobo feroz, por más que se empeñen en inculcar tamaña sandez desde ciertos sectores. La realidad tiene mucho más que ver con la caspa dominante: una CAV con Navarra como cuarta provincia hubiera hecho mermar muchísimo el poder de las castas dominantes de la derecha navarra, puesto que se habría diluido mucho su influencia.
Pero, señores, la FNA está para gestionar el ajedrez en el marco administrativamente dispuesto. Las aspiraciones de otro tipo son perfectamente legítimas, pero sólo en el marco correspondiente, no en el de la gestión deportiva.
Aviso a navegantes
Uno ya está curado de espanto de otros lugares ajenos al ajedrez, en los que franquistas vergonzantes, progres de salón, fundamentalistas de cualquier causa y catetos en general despachaban –e imagino que lo siguen haciendo– cualquier tipo de argumento tratando a su interlocutor de facha, terrorista o cualquier otra gilipollez según sacara los colores a integristas de una u otra condición.
A mí personalmente me divertía comprobar que era descalificado –que no rebatido– por cierto tipo de personajes, incapaces de esgrimir un solo argumento racional, pero serían de agradecer dos cosas: que no se olvide que hablamos de ajedrez, no de otras cosas, y que no se caiga en ese tipo de actitudes, porque no son tolerables en ningún caso y porque ni siquiera estamos en esos ámbitos en los que se utiliza el teclado a modo de bate de beisbol virtual.
miércoles, 7 de octubre de 2009
Se abre la sesión: mañana sol y buen tiempo
Los que no sean muy jóvenes ya conocerán el principio del estribillo de la canción.
¿Qué es una Asamblea?
La Asamblea General es el órgano de gobierno por excelencia de la FNA.
TITULO III ESTRUCTURA ORGÁNICA. CAPITULO II La Asamblea General
Artículo 23.- La Asamblea General.
1. La Asamblea General es el órgano supremo de la Federación Navarra de Ajedrez, en el que estarán representados todos los estamentos que integran la Federación.
Artículo 27.- Competencias de la Asamblea General.
1. Es competencia de la Asamblea General en pleno:
a) La aprobación del proyecto general de actividades de la Federación.
Se entenderá como tal los aspectos generales de las actividades a realizar.
b) La aprobación del proyecto de presupuesto anual entrante de la Federación.
c) El control de la gestión económica, deportiva y administrativa de la Federación mediante la aprobación de la memoria de actividades realizadas en el ejercicio precedente, la liquidación del presupuesto ejecutado de la Federación y el acceso a los libros que integran el régimen documental de la Federación.
d) La aprobación y modificación de los estatutos de la Federación.
e) La aprobación y modificación de los reglamentos de la Federación, y entre ellos:
- Las normas generales para las competiciones dentro del territorio de la Comunidad Foral de Navarra.
- Las normas de expedición y de renovación de las licencias federativas.
- Los criterios que determinarán la participación en las Selecciones de Navarra.
- Los procedimientos para la realización de las adquisiciones, disposiciones y enajenaciones de bienes, selección de personal, suministros y servicios de la Federación Navarra de Ajedrez.
[...]
k) Autorizar la contratación del personal al servicio de la Federación y aprobar su cese.
Los estatutos (y el sentido común) no pueden ser más claros.
Hechos
Los hechos incuestionables son los siguientes:
- Los órganos de gobierno de la FNA son los que establecen los estatutos, de manera más que razonable: es la Asamblea la que aprueba normativa y calendario.
- La Junta Directiva de la FNA publicó el proyecto de normativa y calendario varias semanas antes de la celebración de la Asamblea.
- La Junta Directiva de la FNA publicó en la Web de la FNA y comunicó a todos los asambleistas su total disposición a hacer aclaraciones sobre el proyecto y recibir propuestas sobre el mismo antes de la Asamblea.
- Si se hubiera hecho caso de este ofrecimiento, podría haberse evitado el tratamiento superficial y limitado en el tiempo que se le dedica a estas cuestiones en las reuniones de la Asamblea, lo que suele tener como consecuencia la omisión de cuestiones relevantes, la aprobación de redacciones literales incorrectas e incluso la de propuestas contradictorias entre sí.
- No se hizo caso de tal ofrecimiento. Nadie preguntó absolutamente nada pero sí se recibieron más de setenta enmiendas el último día habilitado para su recepción.
Asambleas Paralelas
Resulta evidente que cualquier federado tiene derecho a interesarse por las cuestiones organizativas de la FNA, es más, sería deseable que todos nos interesáramos más a menudo.
Lo que no es de recibo es que tras participar en las votaciones de una Asamblea de la FNA, quienes sostienen una postura contraria a los acuerdos adoptados democrática y legítimamente organicen una reunión para acordar y promover lo contrario.
Además, por si esta actitud no resultara suficientemente reveladora desde la perspectiva de la ética y de la higiene democrática, a dicha reunión se convoca solamente a quienes de antemano se suponía de acuerdo con lo que ya previamente se tenía decidido hacer y a quienes no tienen representación en la Asamblea, de manera que tras la reunión sólo dispondrían de la versión de los hechos allí relatada.
¿Por qué no se convocó al Runa? ¿Porque Javier Fernández fue el encargado de redactar la normativa reflejando los acuerdos de la Junta Directiva? ¿Porque otros dos miembros de la Asamblea son también del Runa y osaron votar en contra de las propuestas de los convocantes?
¿Por qué no hay entre los convocados nadie que vaya a explicar las propuestas de la Junta Directiva que, además, ya han sido aprobadas en la Asamblea de la FNA?
No hace falta un gran ejercicio de imaginación para sospechar que hay alguien a quien le resulta molesto que se puedan aclarar las tonterías que se están propalando por ahí (como la patraña de que se quiere despedir a la actual Gerente) o que se puedan explicar los motivos por los que se han propuesto unas u otras medidas en la normativa.
Esta situación es particularmente sorprendente, por no emplear términos más contundentes aunque seguramente más apropiados, ante las circunstancias de los dos asuntos tratados en dicha reunión y que son competencia de la Asamblea de la FNA:
- En caso de la situación de la Gerente, la Junta Directiva informó a la Asamblea de la situación por iniciativa propia y no se puso el más mínimo obstáculo a que ella misma se dirigiera directamente a los asambleistas, a pesar de que resulta cuando menos cuestionable que tenga derecho a ello.
- En el caso de la Normativa y el calendario, la Junta Directiva publicó un borrador varias semanas antes de la fecha de celebración de la Asamblea para que pudiera ser estudiado y se ofreció expresamente a hacer cuantas aclaraciones se solicitaran, así como a recibir con ánimo de diálogo cuantas propuestas le fueran presentadas. Además de anunciarse en la Web dicho ofrecimiento, fue comunicado mediante correo electrónico a todos los asambleístas. Nadie hizo uso de ese ofrecimiento de la Junta Directiva con respecto a sus propuestas y sin embargo sí se presentaron más de setenta enmiendas: el que quiera hacer pasar esa actitud por constructiva va a necesitar agotar las existencias de Balvenie en tres provincias a la redonda para convencer a cualquier persona cabal. Esa es la actitud de quien intenta que se apruebe lo que él considera oportuno dejando el trabajo sucio para otros, no la de quien desea construir y colaborar para crecer.
Una de política ficción
Por lo que vengo leyendo, el intento de justificar la situación descrita consiste en afirmar que la Asamblea ya no representa al ajedrez navarro. Acojonante.
Debo reconocer que es posible que me haya equivocado: la actitud que trasluce en todo esto no es sólo de chapuza e improvisación, sino que cada vez más empieza a parecer de una falta de decencia democrática tan delirante que resulta más propia de una película de Berlanga sobre una república bananera que de la realidad en el siglo XXI.
Los representantes de la Asamblea fueron elegidos en unas elecciones democráticas, que tuvieron como consecuencia una Junta Directiva consensuada con la mayoría de los equipos de Navarra. Desde entonces, el único cambio significativo que ha tenido lugar es la retirada del apoyo de Orvina a la Junta Directiva.
¿Con qué motivo se retiró ese apoyo? Sola y exclusivamente a raíz de que sus equipos fueran sancionados en aplicación de la normativa con motivo de haber incurrido en varias alineaciones indebidas.
Que alguien cuente con hacer lo que le de la gana y eludir la acción de los reglamentos por estar en una Junta Directiva, o en la luna, no es asunto de mi incumbencia.
Bastante tiempo he perdido con el tema. Por no hablar de la decepción que me ha supuesto descubrir que un grupo de gente con la que nunca he tenido problemas, y entre los que creía contar con amigos, ha llegado a intentar descalificarme mintiendo sobre lo entonces ocurrido para intentar salirse con la suya a toda costa y contra todo tipo de lógica.
La Asamblea fue elegida hace poco más de un año, es la que es y si alguien opina que no debería seguir siendo así tiene recursos democráticos a su alcance para promover una moción de censura y presentar una candidatura.
Lo que llama la atención es que, por primera vez en muchos años, la FNA cuenta con un equipo de trabajo de personas cualificadas y dispuestas a trabajar desinteresadamente, pero en cuanto sus decisiones o la simple aplicación de los reglamentos previamente existentes deja de beneficiar a alguien, se quiere reinstaurar el caos, la chapuza y las repúblicas bananeras.
¿Qué es una Asamblea?
La Asamblea General es el órgano de gobierno por excelencia de la FNA.
TITULO III ESTRUCTURA ORGÁNICA. CAPITULO II La Asamblea General
Artículo 23.- La Asamblea General.
1. La Asamblea General es el órgano supremo de la Federación Navarra de Ajedrez, en el que estarán representados todos los estamentos que integran la Federación.
Artículo 27.- Competencias de la Asamblea General.
1. Es competencia de la Asamblea General en pleno:
a) La aprobación del proyecto general de actividades de la Federación.
Se entenderá como tal los aspectos generales de las actividades a realizar.
b) La aprobación del proyecto de presupuesto anual entrante de la Federación.
c) El control de la gestión económica, deportiva y administrativa de la Federación mediante la aprobación de la memoria de actividades realizadas en el ejercicio precedente, la liquidación del presupuesto ejecutado de la Federación y el acceso a los libros que integran el régimen documental de la Federación.
d) La aprobación y modificación de los estatutos de la Federación.
e) La aprobación y modificación de los reglamentos de la Federación, y entre ellos:
- Las normas generales para las competiciones dentro del territorio de la Comunidad Foral de Navarra.
- Las normas de expedición y de renovación de las licencias federativas.
- Los criterios que determinarán la participación en las Selecciones de Navarra.
- Los procedimientos para la realización de las adquisiciones, disposiciones y enajenaciones de bienes, selección de personal, suministros y servicios de la Federación Navarra de Ajedrez.
[...]
k) Autorizar la contratación del personal al servicio de la Federación y aprobar su cese.
Los estatutos (y el sentido común) no pueden ser más claros.
Hechos
Los hechos incuestionables son los siguientes:
- Los órganos de gobierno de la FNA son los que establecen los estatutos, de manera más que razonable: es la Asamblea la que aprueba normativa y calendario.
- La Junta Directiva de la FNA publicó el proyecto de normativa y calendario varias semanas antes de la celebración de la Asamblea.
- La Junta Directiva de la FNA publicó en la Web de la FNA y comunicó a todos los asambleistas su total disposición a hacer aclaraciones sobre el proyecto y recibir propuestas sobre el mismo antes de la Asamblea.
- Si se hubiera hecho caso de este ofrecimiento, podría haberse evitado el tratamiento superficial y limitado en el tiempo que se le dedica a estas cuestiones en las reuniones de la Asamblea, lo que suele tener como consecuencia la omisión de cuestiones relevantes, la aprobación de redacciones literales incorrectas e incluso la de propuestas contradictorias entre sí.
- No se hizo caso de tal ofrecimiento. Nadie preguntó absolutamente nada pero sí se recibieron más de setenta enmiendas el último día habilitado para su recepción.
Asambleas Paralelas
Resulta evidente que cualquier federado tiene derecho a interesarse por las cuestiones organizativas de la FNA, es más, sería deseable que todos nos interesáramos más a menudo.
Lo que no es de recibo es que tras participar en las votaciones de una Asamblea de la FNA, quienes sostienen una postura contraria a los acuerdos adoptados democrática y legítimamente organicen una reunión para acordar y promover lo contrario.
Además, por si esta actitud no resultara suficientemente reveladora desde la perspectiva de la ética y de la higiene democrática, a dicha reunión se convoca solamente a quienes de antemano se suponía de acuerdo con lo que ya previamente se tenía decidido hacer y a quienes no tienen representación en la Asamblea, de manera que tras la reunión sólo dispondrían de la versión de los hechos allí relatada.
¿Por qué no se convocó al Runa? ¿Porque Javier Fernández fue el encargado de redactar la normativa reflejando los acuerdos de la Junta Directiva? ¿Porque otros dos miembros de la Asamblea son también del Runa y osaron votar en contra de las propuestas de los convocantes?
¿Por qué no hay entre los convocados nadie que vaya a explicar las propuestas de la Junta Directiva que, además, ya han sido aprobadas en la Asamblea de la FNA?
No hace falta un gran ejercicio de imaginación para sospechar que hay alguien a quien le resulta molesto que se puedan aclarar las tonterías que se están propalando por ahí (como la patraña de que se quiere despedir a la actual Gerente) o que se puedan explicar los motivos por los que se han propuesto unas u otras medidas en la normativa.
Esta situación es particularmente sorprendente, por no emplear términos más contundentes aunque seguramente más apropiados, ante las circunstancias de los dos asuntos tratados en dicha reunión y que son competencia de la Asamblea de la FNA:
- En caso de la situación de la Gerente, la Junta Directiva informó a la Asamblea de la situación por iniciativa propia y no se puso el más mínimo obstáculo a que ella misma se dirigiera directamente a los asambleistas, a pesar de que resulta cuando menos cuestionable que tenga derecho a ello.
- En el caso de la Normativa y el calendario, la Junta Directiva publicó un borrador varias semanas antes de la fecha de celebración de la Asamblea para que pudiera ser estudiado y se ofreció expresamente a hacer cuantas aclaraciones se solicitaran, así como a recibir con ánimo de diálogo cuantas propuestas le fueran presentadas. Además de anunciarse en la Web dicho ofrecimiento, fue comunicado mediante correo electrónico a todos los asambleístas. Nadie hizo uso de ese ofrecimiento de la Junta Directiva con respecto a sus propuestas y sin embargo sí se presentaron más de setenta enmiendas: el que quiera hacer pasar esa actitud por constructiva va a necesitar agotar las existencias de Balvenie en tres provincias a la redonda para convencer a cualquier persona cabal. Esa es la actitud de quien intenta que se apruebe lo que él considera oportuno dejando el trabajo sucio para otros, no la de quien desea construir y colaborar para crecer.
Una de política ficción
Por lo que vengo leyendo, el intento de justificar la situación descrita consiste en afirmar que la Asamblea ya no representa al ajedrez navarro. Acojonante.
Debo reconocer que es posible que me haya equivocado: la actitud que trasluce en todo esto no es sólo de chapuza e improvisación, sino que cada vez más empieza a parecer de una falta de decencia democrática tan delirante que resulta más propia de una película de Berlanga sobre una república bananera que de la realidad en el siglo XXI.
Los representantes de la Asamblea fueron elegidos en unas elecciones democráticas, que tuvieron como consecuencia una Junta Directiva consensuada con la mayoría de los equipos de Navarra. Desde entonces, el único cambio significativo que ha tenido lugar es la retirada del apoyo de Orvina a la Junta Directiva.
¿Con qué motivo se retiró ese apoyo? Sola y exclusivamente a raíz de que sus equipos fueran sancionados en aplicación de la normativa con motivo de haber incurrido en varias alineaciones indebidas.
Que alguien cuente con hacer lo que le de la gana y eludir la acción de los reglamentos por estar en una Junta Directiva, o en la luna, no es asunto de mi incumbencia.
Bastante tiempo he perdido con el tema. Por no hablar de la decepción que me ha supuesto descubrir que un grupo de gente con la que nunca he tenido problemas, y entre los que creía contar con amigos, ha llegado a intentar descalificarme mintiendo sobre lo entonces ocurrido para intentar salirse con la suya a toda costa y contra todo tipo de lógica.
La Asamblea fue elegida hace poco más de un año, es la que es y si alguien opina que no debería seguir siendo así tiene recursos democráticos a su alcance para promover una moción de censura y presentar una candidatura.
Lo que llama la atención es que, por primera vez en muchos años, la FNA cuenta con un equipo de trabajo de personas cualificadas y dispuestas a trabajar desinteresadamente, pero en cuanto sus decisiones o la simple aplicación de los reglamentos previamente existentes deja de beneficiar a alguien, se quiere reinstaurar el caos, la chapuza y las repúblicas bananeras.
viernes, 2 de octubre de 2009
Se abre la sesión: un poco de seridad, hagaustelfavor...
Aún a riesgo de deshonrar con mi prosa al admirado Luis Carandel, que alcanzó la fama con sus crónicas de las Cortes, mucho más brillantes que casi cualquiera de las intervenciones sobre las que versaban, intentaré desgranar desde este espacio la actualidad organizativa del ajedrez navarro.
El equipo actual de la FNA publica toda la información relevante en la Web de la FNA, pero en muchas ocasiones hay cuestiones que conviene que sean comentadas desde una óptica mundana, no sólo desde la perspectiva institucional y de corrección política propia de un organismo.
Resulta habitual que las personas que no participan activamente en cuestiones organizativas, que simplemente juegan torneos, estén desinformadas sobre cuestiones importantes. Es más, seguramente es aún más frecuente que esas personas estén mal informadas porque sus fuentes principales de información son la vox populi y las informaciones sesgadas o incluso falsas que interesadamente llegan a publicitarse.
La opinión de cada persona es libre, pero conviene que esté fundada en hechos ciertos para que las decisiones que cada uno tome no sean el fruto de malos entendidos o engaños. Para que eso sea posible, resulta necesario publicar la información de manera accesible.
Una cuestión de actitud
Hay una cuestión central en cualquier tipo de organización, sin cuya comprensión resulta imposible hacer una gestión eficaz: desterrar la improvisación.
Sólo los genios son capaces de improvisar con éxito, pero aún ellos obtienen resultados mucho mejores en sus actividades cuando planifican, analizan detalladamente y contrastan la documentación existente. Quien pretenda lo contrario, miente. Seguramente de manera interesada.
La cuestión no radica en si determinado aspecto concreto de la normativa es bueno, malo, le gusta a unos o le disgusta a otros, puesto que en muchas ocasiones se trata de cuestiones sujetas a opinión y gustos personales: la cuestión es cómo se abordan estas situaciones.
Ante los ojos de cualquier persona cabal resulta inaudito que se presente con semanas de antelación un proyecto de normativa fruto de un análisis profundo y se publique invitando a formular preguntas y sugerencias para mejorarla, sin que nadie diga nada, pero que después se presenten decenas de enmiendas con vistas a la reunión de la Asamblea. Mucho menos cuando algunas destilaban claros aromas de improvisación, otras eran contradictorias con los reglamentos de la FIDE y en varios casos resultaban irrealizables por otros condicionantes evidentes para cualquiera que hubiera reflexionado un poco, sólo un poco, sobre el asunto.
Quien albergara dudas, quien no estuviera de acuerdo, quien considerara oportuno hacer una propuesta diferente, ¿por qué no preguntó en su momento, cuando se hizo el ofrecimiento de recibir cualquier tipo de duda y/o sugerencia (expresamente, por correo electrónico y a través de la página Web)?
La reducción de las asambleas y del estudio de la normativa a la aritmética de cuántos votos tiene cada grupo de interés, o de cuántos representantes de cada grupo tenían compromisos ese día o a partir de determinada hora, resulta pueril y de un calado intelectual sólo esperable de los miserables ambientes de la política.
Hacerlo y además no aceptar los resultados ya merece un comentario aparte y calificativos más gruesos.
Esta actitud chapucera e irresponsable está en el origen de muchos de los problemas de gestión de la FNA desde hace demasiados años y, si no se corrige de una vez por todas, la FNA continuará siendo ingobernable, el ajedrez navarro continuará ahondando el pozo que se ha empeñado en cavar y el perjuicio será para todos los ajedrecistas navarros.
Si estas actitudes no son superadas, si los proyectos no son analizados seriamente y las propuestas no se hacen de manera que puedan ser estudiadas, las reuniones de la Asamblea continuarán siendo un caos, las normativas un cúmulo de remiendos y toda persona seria que quiera trabajar en favor del ajedrez navarro no durará ni media legislatura en la FNA.
A menudo da la impresión de que hay personas que tienen como objetivo esto último, imagino que porque las personas serias, formadas y trabajadoras resultan difíciles de manipular en beneficio propio.
El equipo actual de la FNA publica toda la información relevante en la Web de la FNA, pero en muchas ocasiones hay cuestiones que conviene que sean comentadas desde una óptica mundana, no sólo desde la perspectiva institucional y de corrección política propia de un organismo.
Resulta habitual que las personas que no participan activamente en cuestiones organizativas, que simplemente juegan torneos, estén desinformadas sobre cuestiones importantes. Es más, seguramente es aún más frecuente que esas personas estén mal informadas porque sus fuentes principales de información son la vox populi y las informaciones sesgadas o incluso falsas que interesadamente llegan a publicitarse.
La opinión de cada persona es libre, pero conviene que esté fundada en hechos ciertos para que las decisiones que cada uno tome no sean el fruto de malos entendidos o engaños. Para que eso sea posible, resulta necesario publicar la información de manera accesible.
Una cuestión de actitud
Hay una cuestión central en cualquier tipo de organización, sin cuya comprensión resulta imposible hacer una gestión eficaz: desterrar la improvisación.
Sólo los genios son capaces de improvisar con éxito, pero aún ellos obtienen resultados mucho mejores en sus actividades cuando planifican, analizan detalladamente y contrastan la documentación existente. Quien pretenda lo contrario, miente. Seguramente de manera interesada.
La cuestión no radica en si determinado aspecto concreto de la normativa es bueno, malo, le gusta a unos o le disgusta a otros, puesto que en muchas ocasiones se trata de cuestiones sujetas a opinión y gustos personales: la cuestión es cómo se abordan estas situaciones.
Ante los ojos de cualquier persona cabal resulta inaudito que se presente con semanas de antelación un proyecto de normativa fruto de un análisis profundo y se publique invitando a formular preguntas y sugerencias para mejorarla, sin que nadie diga nada, pero que después se presenten decenas de enmiendas con vistas a la reunión de la Asamblea. Mucho menos cuando algunas destilaban claros aromas de improvisación, otras eran contradictorias con los reglamentos de la FIDE y en varios casos resultaban irrealizables por otros condicionantes evidentes para cualquiera que hubiera reflexionado un poco, sólo un poco, sobre el asunto.
Quien albergara dudas, quien no estuviera de acuerdo, quien considerara oportuno hacer una propuesta diferente, ¿por qué no preguntó en su momento, cuando se hizo el ofrecimiento de recibir cualquier tipo de duda y/o sugerencia (expresamente, por correo electrónico y a través de la página Web)?
La reducción de las asambleas y del estudio de la normativa a la aritmética de cuántos votos tiene cada grupo de interés, o de cuántos representantes de cada grupo tenían compromisos ese día o a partir de determinada hora, resulta pueril y de un calado intelectual sólo esperable de los miserables ambientes de la política.
Hacerlo y además no aceptar los resultados ya merece un comentario aparte y calificativos más gruesos.
Esta actitud chapucera e irresponsable está en el origen de muchos de los problemas de gestión de la FNA desde hace demasiados años y, si no se corrige de una vez por todas, la FNA continuará siendo ingobernable, el ajedrez navarro continuará ahondando el pozo que se ha empeñado en cavar y el perjuicio será para todos los ajedrecistas navarros.
Si estas actitudes no son superadas, si los proyectos no son analizados seriamente y las propuestas no se hacen de manera que puedan ser estudiadas, las reuniones de la Asamblea continuarán siendo un caos, las normativas un cúmulo de remiendos y toda persona seria que quiera trabajar en favor del ajedrez navarro no durará ni media legislatura en la FNA.
A menudo da la impresión de que hay personas que tienen como objetivo esto último, imagino que porque las personas serias, formadas y trabajadoras resultan difíciles de manipular en beneficio propio.
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- Nuevo Casino Principal. Pza. Castillo, 44. Pamplona (muy tranquilo)
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- Billares Liverpool. Iturralde y Suit, 7. Pamplona (entre carambolas)