A estas alturas de la película, nadie puede sorprenderse de que en el ajedrez navarro resulte casi imposible trabajar por mejorarlo. Está claro que hay demasiada gente que ni trabaja, ni deja trabajar a los demás en cuanto las decisiones adoptadas no coinciden exactamente con sus deseos, que lógicamente son variados y frecuentemente opuestos, por lo que resulta imposible satisfacerlos todos.
Ahora bien, utilizar a los niños para desacreditar mediante mentiras a los demás va mucho más allá de lo tolerable. Y engañar a sus padres resulta demasiado fácil.
La queja
Recientemente se ha publicado en la sección de Cartas al Director del Diario de Navarra la queja de una persona (es de imaginar que madre o familiar de alguno de los niños implicados) al respecto de las pruebas de selección de niños para conformar los grupos de tecnificación de la FNA.
Resumen de quejas
1. No se publican las notas.
2. El que todos los aprobados sean de Tudela y ninguno de Pamplona, da que pensar.
3. El examinador es el monitor del club de los ocho aprobados.
3a. Les han dado las respuestas. No se acusa de ello, pero el simple hecho de apuntar la posibilidad constituye una acusación.
3b. Se ha trabajado durante el curso los temas que han sido objeto del examen.
4. Se deja a la mayor parte de los niños sin tecnificación.
Errores de bulto en la queja
Resulta comprensible que unos padres que sólo saben lo que alguien les ha contado se crean cualquier cosa, por lo que no pretende ser esto un reproche a la madre, familiar o lo que sea, sino una aclaración a las mentiras que alguien le ha hecho creer.
1. No se publican las notas.
Resulta muy habitual que en las pruebas de acceso de todo tipo se publiquen los resultados como apto/no apto.
No veo inconveniente alguno a que sea así, no se trata de una prueba que vaya a ser argüida como mérito más adelante en función de una mayor o menor nota. Además, en este caso es particularmente conveniente, ya que se trata de seleccionar a los niños con más nivel para formar un grupo de tecnificación, resultando poco educativo promocionar comentarios del tipo de quién ha entrado con más o menos nota.
Tampoco debe perderse de vista que las pruebas de selección no tienen una función didáctica, por lo que no suelen estar sujetas a revisión (de la misma manera que no lo están en otros ámbitos mucho más importantes como puedan ser las oposiciones), algo que no sé si es posible en este caso pero que no ha llegado a solicitarse que yo sepa.
2. El que todos los aprobados sean de Tudela y ninguno de Pamplona, da que pensar.
No puedo sino estar de acuerdo: da que pensar. La cuestión es en qué.
Uno puede pensar que se trata de una obra del complot judeomasónico, sufragada con el oro de Moscú, pero seguramente será más útil, constructivo y realista suponer que, o alguien ha hecho las cosas bien en Tudela, o alguien las ha hecho mal en Pamplona o, seguramente, una mezcla de las dos cosas.
3. El examinador es el monitor del club de los ocho aprobados.
No sé quién le habrá contado semejante patraña a esta buena señora, pero es inadmisible.
En primer lugar, se está acusando a una persona –aunque no se le nombre, resulta obvia la referencia– desde el más absoluto de los desconocimientos: Roi da clases en Tudela, sí, pero resulta que el responsable de los grupos de tecnificación, así como de la elaboración y corrección del examen es un señor nacido en Buenos Aires y residente en Zaragoza, Pablo Glavina. Un señor encantador por lo que he tenido la fortuna de conocer, por cierto.
En segundo lugar, menos llamativo pero con más carga de fondo, ¿se está acaso pretendiendo que una persona ligada a un club no pueda ejercer ninguna función en la FNA? Pues en ese caso sólo queda disolverla, porque creo que deben ser dos o tres las personas que haya federadas sin estar afiliadas a un club.
El ajedrez navarro seguirá sumiéndose en un pozo cada vez más profundo mientras se continúe recurriendo a teorías de la conspiración cada vez que alguien no obtenga los resultados deseados.
La crítica es buena y deseable cuando es seria y se fundamenta, pero disfrazar de crítica lo que no es sino descalificación gratuíta utilizando la mentira no sólo es repugnante e inadmisible, sino que tiene como consecuencia que ninguna persona de prestigio vaya a dignarse a ejercer nunca más función alguna en la FNA.
3a. ¿Les han dado las respuestas?
No se acusa de ello, pero el simple hecho de apuntar la posibilidad constituye una acusación.
Se dice que no, pero se apunta la posibilidad. Es inaceptable.
Estas situaciones sólo conducen a que nadie quiera hacer nada en la FNA: sólo personas que quieran favorecer sus intereses o con afán de notoriedad se expondrán a la descalificación gratuita y mediante mentiras que se utiliza cada vez más frecuentemente como único argumento. Da la sensación de que esa ruina es, precisamente, la aspiración de más de uno: alejar de la gestión de la FNA a cualquier persona objetiva, desinteresada y con la formación adecuada.
3b. ¿Se ha trabajado durante el curso los temas que han sido objeto del examen?
Esta cuestión puede ser comprensible en boca de un padre por su desconocimiento de los temas de los que tratamos, pero intolerable en quien le haya metido esta sandez en la cabeza.
Señora mía: sepa usted –y no se deje engañar por las tonterías de ningún intoxicador de tres al cuarto– que cualquier escuela de ajedrez de iniciación trata las mismas cuestiones básicas. Por lo tanto, no sólo es posible sino también deseable y esperable que se hayan tratado esas cuestiones con los niños. La situación debe enfocarse al contrario: el examen habrá versado sobre los contenidos mínimos que deben tratarse en cualquier escuela de ajedrez, no es que ninguna se haya adaptado a un futuro examen.
Y un aplauso para quien se haya tomado la molestia de repasarlas con ellos con vistas a la prueba si así ha sido.
Si en alguna escuela no se ha seguido método alguno y se han pasado por alto las cuestiones básicas de la enseñanza del ajedrez, o si en alguna nadie se ha molestado en refrescarles a los niños sus conocimientos con vistas a la prueba de nivel, mejor harían los padres en pedirle cuentas a quien no ha realizado bien su labor, en lugar de acusar sin fundamento en los periódicos a otros.
Imagino que por parte de los padres es disculpable hacer caso de la única persona con la que se está en contacto, pero suele ser muy conveniente contrastar las informaciones para no acusar con falsedad a nadie.
4. Se deja a la mayor parte de los niños sin tecnificación.
En la misma medida que se deja a la mayor parte de los niños de Navarra que juegan al futbol sin entrenar con Osasuna, por ejemplo.
Un grupo de tecnificación trata de preparar a los que más han destacado y la prueba de nivel es el único medio objetivo de valorar quiénes están mejor preparados. Es imposible que la tecnificación abarque a todos los niños.
Si se trabaja bien con esos niños durante el año en sus escuelas, sin duda volverán a tener la oportunidad de incorporarse a los grupos de tecnificación de la FNA.
Resulta obvio que la queja de esta persona tiene origen en las mentiras que le ha contado alguien, puesto que ella (madre o lo que sea de alguno de los niños) no iba a saber ni de dónde era cada uno, ni quién entrena a qué equipo.
La madre ha cometido un error, a mi entender grave y que sólo podría ser parcialmente enmendado con una disculpa pública en el mismo medio en el que lo cometió, pero sólo uno: acusar públicamente sin pruebas, desde el desconocimiento y con la única información de alguien que, evidentemente, mentía.
Lo que merece otro tipo de tratamiento es la actitud de quien haya engañado de forma tan miserable a esa persona.
Resulta tristemente habitual que entrenadores de niños recurran a todo tipo de indecencias para ocultar sus errores, o simplemente para mantener la ilusión de los padres (con el objeto de mantener sus honorarios, claro) en lo bueno que es su hijo. Los que hemos vivido campeonatos de España escolares hemos visto todo tipo de indecencias en este sentido, pero que se hayan trasladado estas miserias al trabajo de iniciación con los niños es simplemente repugnante.
Realmente no importa que se haya hecho para encubrir errores propios o simplemente para arrojar mierda sobre otros por el motivo que sea: es intolerable.
Conclusiones
El ajedrez navarro recibió un fuerte impulso hace veinte años cuando se puso en marcha la escuela de tecnificación.
En aquellos años había tomado las riendas de la FNA un grupo de personas con ánimo de modernizar y mejorar el ajedrez navarro, capaces de mirar más allá de sus intereses y de no cometer el estúpido error de confundir la diferencia de opinión con el enfrentamiento personal. Se tardó unos años en obtener resultados, como es natural, pero llegaron: en aquella época hubiera sido calificado de ciencia ficción que hubiera en Navarra jugadores, árbitros y torneos de trascendencia internacional.
Desgraciadamente, hace ya tiempo que esa visión de servicio a la comunidad ajedrecística ha desaparecido y esas personas o bien están fuera de Navarra o jamás se les ocurriría retomar labores directivas ante la evidencia de que hay quienes nunca van a dejar trabajar a quienes buscan el bien común y no sólo el de determinados grupos.
Ahora resulta que se desprecia haber dispuesto del entrenador español de más prestigio en la escuela de tecnificación, se descalifica impunemente a cualquiera que aplique un reglamento si se ha sido el infractor, se acusa con falsedad manifiesta a todo aquel que cometa la osadía de argumentar y no plegarse a exigencias irracionales de nadie y, en general, se intenta denostar a todo aquel que obre con diligencia, objetividad y sin plegarse a intereses que no son los del ajedrez navarro, sino los de determinados grupos y personas.
El resultado es evidente: el nivel de los niños en edad escolar es bajo y no se ha elevado como en otras comunidades, el de niños mayores no sólo no ha subido sino que baja cada vez más (¿alguien recuerda cuando el Campeonato Juvenil era tan duro –o más, que había previa y final a cuatro– como jugarse el título de Campeón de Navarra?), tenemos árbitros internacionales pero no hay árbitros de base y peligra gravemente la celebración de los torneos por falta de quién los dirija, apenas hay monitores…
¿Y qué se hace para remediar todo esto? Calentar la cabeza con mentiras a los allegados de un niño.
Qué vergüenza.
"Juega la apertura como un libro, el medio juego como un mago y los finales como una máquina." (Rudolf Spielmann, ajedrecista austríaco)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¿Dónde jugar cafetero?
Aquí iremos actualizando el listado de bares con tablero. Para enriquecer el mismo puedes hacer un comentario en dicha entrada. Gracias de antemano por tu colaboración.
- Bar Terminal. Calderería, 19. Pamplona (los jueves hay concierto)
- Bar Garazi. Calderería, 36. Pamplona (no hay mucha luz)
- Nuevo Casino Principal. Pza. Castillo, 44. Pamplona (muy tranquilo)
- Bar Atalaya. Ctra. Tajonar, 23. Pamplona (cerca de José Vila)
- Billares Liverpool. Iturralde y Suit, 7. Pamplona (entre carambolas)
- Bar Terminal. Calderería, 19. Pamplona (los jueves hay concierto)
- Bar Garazi. Calderería, 36. Pamplona (no hay mucha luz)
- Nuevo Casino Principal. Pza. Castillo, 44. Pamplona (muy tranquilo)
- Bar Atalaya. Ctra. Tajonar, 23. Pamplona (cerca de José Vila)
- Billares Liverpool. Iturralde y Suit, 7. Pamplona (entre carambolas)
No hay comentarios:
Publicar un comentario