"Juega la apertura como un libro, el medio juego como un mago y los finales como una máquina." (Rudolf Spielmann, ajedrecista austríaco)
miércoles, 28 de octubre de 2009
domingo, 25 de octubre de 2009
Psicologia de algunos errores tipicos del ajedrecista (3ª parte)
a. Insuficiente flexibilidad del pensamiento
La práctica ajedrecística demuestra cada vez más la necesidad de un pensamiento elástico, capaz de adaptarse al rápido cambio de los acontecimientos que se presenta especialmente en las posiciones agudas. Pero incluso los jugadores más experimentados presentan problemas en este sentido, como puede verse en el ejemplo siguiente.
Esta posición se produjo después de la jugada 11... Cd7!?. Las negras se han adentrado en un plan interesante, pero arriesgado. Al respecto las blancas pueden escoger entre diferentes continuaciones, pero en todas ellas han de mantener los ojos bien abiertos. Probablemente lo mejor sería 12.Ac7 Tf8 13.c6, aunque después de 13... Cc5 14.cb Ab7 las negras tienen suficiente contrajuego por el peón. Ribli en la partida eligió la jugada natural 12.Ag5, que no era la mejor.
Continuó de la forma siguiente:
12... Te8 13.Ab5 a6! (13... h6 14.Ah4 g5 15.Ag3 Tf8 16.c6! sería desagradable para las negras). 14.Aa4 h6 15.Ah4 g5 16.c6?. Ahora lo correcto era 16.Ag3! Tf8 17.Axd7 Axd7 18.Ac7 Tfc8 19.Ab6 e6 20.c4 Af8 21.Ce5 Ae8 22.Cd3 f6 con posibilidades de igualdad. Después de la jugada del texto Timman tiene las riendas en las manos.
16... Cc5! 17.cxb7 Axb7 18.Axe8 gxh4 19.Ad7 Cxd7 20.Cxh4 Ce5 21.0‑0 e6 22.Tfd1 Af6 23.Td4 a5 24.h3 Aa6 25.Te4 Ac4 26.a4 h5 27.Td1 Ab3 y las negras tienen una ventaja material decisiva.
La falta de flexibilidad en el pensamiento se expresa, por ejemplo, en el hecho de aferrarse a un sistema de apertura cuestionable o poco claro objetivamente, o en la aversión por asumir compromisos difíciles y por hacer concesiones perfectamente justificables. Pero el ajedrecista que sufre de estos males debiera preguntarse si no los sufre también en su vida personal. ¿Le es difícil modificar sus hábitos? ¿Se incomoda cuando tiene que renunciar a planes sin importancia o cuando alguien cuestiona su opinión? ¿Es una persona flexible, o acaso, sin darse cuenta, tiende a la rigidez? Aquí pudieran estar las verdaderas respuestas.
b. El exceso de autoconfianza
El esfuerzo en pro del perfeccionamiento ajedrecístico excluye totalmente la autosuficiencia. Sobreestimar las propias posibilidades y subestimar las del adversario es un comportamiento psicológico erróneo que lleva a una valoración subjetiva y unilateral de la posición. Un exceso de autoconfianza puede hacernos olvidar los puntos de vistas del contrario, esto le sucede incluso a los grandes maestros. Veamos el ejemplo siguiente:
Las perspectivas de las negras son tentadoras. De acuerdo con el espíritu de la posición correspondía ahora 16... e5!, lo cual frenaba la ofensiva enemiga en el flanco rey y abría posibilidades en el flanco dama. Sin embargo, Mecking se deja seducir por una posibilidad táctica aparentemente peligrosa y juega 16... Cc5? Contaba sólo con la respuesta 17.Cxc5 dxc5, que daba a las negras una evidente ventaja. Sin embargo, pasaba por alto una combinación basada en el sacrificio de una pieza.
17.fxe6! Ca4 18.exf7+ Rb8 19.Ce6 Da5 20.e5!
Ahora queda claro que las negras caen en un ataque demoledor. Después de 20... dxe5 21.Txe5 Td5 22.Tde1!, las blancas ganan inevitablemente. En la partida siguió
20... Tc8!? 21.exf6 gxf6 22.Af4 Cb2 23.Rxb2 Tc3 24.Rc1! Thc8 25.Cd4 Af8 26.Te8 Dxa2 27.Txf8 Txf8 28.Axd6+ Ra8 29.Axf8 Dxf7 30.Axb4 Tc7 31.De6 Dg7 32.Ae4 y las negras se rinden rápidamente.
c. La inseguridad en las propias fuerzas
En el ajedrez la objetividad no sólo se pierde producto de la autoconfianza exagerada, sino también por inseguridad. La subestimación de las posibilidades propias y la sobreestimación de las del adversario pueden llevarnos incluso a una prematura capitulación psicológica. De ello da fe el siguiente ejemplo, que, por cierto, es de error por ambas partes.
Las blancas tienen una posición ganadora. Con el sencillo golpe táctico 1.Txe8 Dxe8 2.Da4! podían forzar brillantemente la victoria. Por ejemplo, 2... Tc1+ 3.Rf2! Tc6 4.Dxc6 En lugar de esto, el blanco jugó 1.Da8??.
Creyendo que su posición era insostenible, el campeón inglés abandonó. Su convencimiento de la infalibilidad de Capablanca era tal, que ni le pasó por la mente que pudiera existir un contragolpe como 1... Txa2! después del cual las negras quedaban con dos peones de más y buenas posibilidades de obtener la victoria.
Además del excesivo respeto por el contrario, hay otros factores que pueden influir en la disminución de la autoconfianza. Entre ellos se cuentan las posiciones a las que no se está suficientemente habituado, una defensa prolongada en posición difícil, el apuro de tiempo, etc. Pero la causa fundamental, por regla general, es la subestimación de las propias fuerzas, y es sobre ella que debemos trabajar.
d. Error de estilo
Al estilo del ajedrecista van unidos muchos problemas. Al principio de este trabajo decíamos que la habilidad para encontrar un equilibrio entre las valoraciones generales y el cálculo concreto es el patrón por el que se mide la fuerza del jugador. Es lógico que tengamos cierta preferencia por una forma de juego determinada, pero esta preferencia puede convertirse en un arma de doble filo si no es asumida con flexibilidad. Muchos ajedrecistas "posicionales", al inclinarse hacia el pensamiento abstracto, desarrollan una tendencia patológica a evitar cualquier tipo de complicación, lo cual los lleva muchas veces a subvalorar las posibilidades tácticas. A muchos jugadores "tácticos" les sucede precisamente lo contrario.
Nimzowitch decía sobre Spielmann, un jugador combinatorio muy capaz:
"Spielmann no está en condiciones de transigir. Esta característica tiene su origen precisamente en su temperamento. Incluso las jugadas de defensa, como proteger un peón débil con una Torre, le son ajenos. Por tanto, en el enfrentamiento con él hay que tratar de simplificar la posición, a fin de excluir los motivos de ataque, y luego realizar un juego de presión en ambas flancos."
Veamos el ejemplo que sigue:
La partida hasta este momento transcurrió de acuerdo al plan "psicológico" descrito por Nimzowitch.
Siguió 14.b3 0‑0‑0 15.Ab2 Ab4 16.a3 Axc3 17.Axc3
En la posición de las negras han surgido serias debilidades, probablemente irremediables. Lo mejor era 17... Thg8 y si 18.0‑0 entonces 18... Cd5 con la amenaza posicional 19... Cxc3.
Spielmann no reconoce del todo lo serio de la posición y realiza una jugada tentadora, pero primitiva con la torre 17... Td3 18.0‑0 Thd8 (hubiera sido mejor 18... Tg8 seguido de Cd5) 19.f3 Cd5 20.Axg7 Txd2 21.Ad4 f5 22.fxe4 fxe4 23.Axa7 Td3 24.b4 Cxe3 25.Axe3 Txe3 26.Tfe1 Tb3 27.Txe4 y las blancas materializan su superioridad.
Los errores analizados en este segundo grupo tiende a estabilizarse profundamente, en este sentido son más difíciles de combatir. Por ello, en el camino hacia el perfeccionamiento del ajedrecista es imprescindible tener en cuenta la necesidad de enfrentar la educación de su personalidad como un todo, incluyendo tanto los aspectos cognitivos como los afectivos, tanto el pensamiento como la vivencia. El ajedrez es, indiscutiblemente, una vía magnífica para el diagnóstico de la personalidad, pero también podemos convertirlo, con conocimiento de causa, en un agente potenciador del autodesarrollo de la misma.
Nuestro estudio panorámico de algunos errores típicos que se cometen en la partida de ajedrez, toca a su fin. Por supuesto que han quedado muchos aspectos sin abordar debido a la complejidad y extensión del tema, pero esperamos que lo expuesto en este trabajo sirva para contribuir al perfeccionamiento de entrenadores y jugadores. Y si a partir de este momento algún ajedrecista comienza a reflexionar sobre sus fracasos y a mirar con otros ojos su manera de jugar, entonces estaremos seguros de que no hemos trabajado en vano.
BIBLIOGRAFÍA
Krogius, N. V.: La Psicología en ajedrez. Colección Escaques, Barcelona, 1980
Maceiras, Nery: La organización del pensamiento en el ajedrecista, Ciudad de La Habana, 1993
Persits, B.: Errores típicos. Colección Escaques, Vorohkov, B.: Barcelona, 1976
Peña Grasso, I.: La educación de la personalidad del ajedrecista, Ciudad de La Habana, 1993
Suetín, Alexei: Typische feh 1er Editorial Sportverlag, Berlín, 1980.
jueves, 22 de octubre de 2009
Exámen de Monitores FNA
Entre las diferentes cuestiones que, sobre pedagogía, aperturas, táctica, estrategia, finales y, Competiciones, reglamento y Estructura Federativa, se plantearon se encontraba la siguiente posición; cuyo enunciado venía a ser:
Las blancas acaban de jugar Te1, confiando en que la simplificación les permita llegar a un final de partida defendible, sin embargo juegan las negras y ganan. ¿Cual es la secuencia ganadora?
Pep vs Pedja
Ya que Barça y Madrid acaban de palmar en la Champions, traigo a colación este videito que, a pesar de ser del año pasado, no desentona en este blog runero aunque lo tenía pensado para otro espacio. Y como quiera que pronto nos veremos las caras con estos "galácticos" en nuestra (al menos de algunos) otra pasión, calentaremos motores con aquello de :
"Dale Osasuna, dale, te sigo a todas partes, yo te quiero daremos la vuelta al mundo entero pero hay que hecharle un poco mas de huevos MAS DE HUEVOS!!! y eso que dice la gente que somos borrachos, vagos y delincuentes así somos tus fieles seguidores los rojillos incondicionales.... lololo..... "
lunes, 19 de octubre de 2009
Psicologia de algunos errores tipicos del ajedrecista (2ª parte)
El deseo de retomar lo antes posible una partida ganada puede provocar un inesperado desastre. ¡Cuántas veces, aun los jugadores más experimentados, después de haber logrado una superioridad posicional o material relajan irresponsablemente su atención y pasan por alto las sencillas amenazas del adversario! En estos casos, la ventaja obtenida se convierte en un estímulo psicológico negativo y el ajedrecista deja escapar la victoria. Veamos el siguiente ejemplo:
Comentando posteriormente esta posición, el propio Petrosian señaló que el tener una posición sumamente ventajosa, unido esto a la fase anterior de la partida que dejó a Korchnoi constreñido, le habían infundido la creencia en el resultado favorable. Pero cometió el error de hacer 34.Txh6?? Después de esto la partida prosiguió con 35... f3 36.Rg5 Re8 y las negras ganaron.
El avance 35... f3 se le escapó a Petrosian, quizás porque contrastaba excesivamente con la indefendible situación de las negras. Pero el castigo no se hizo esperar: se perdió una partida que tenía ganada. Al estudiar este tipo de ejemplos, el gran maestro A. Kotov observa que tales descuidos son muy raros cuando el jugador busca la manera de salvarse en una posición difícil. Krogius coincide con él y plantea que estos errores suelen presentarse cuando el ajedrecista logra ventaja sobre su adversario, esto hace que no prevea los posibles cambios en la posición y se guíe sin reflexionar por la imagen persistente de la favorable evaluación de la misma (imagen inerte según le llama Krogius).
Lo anterior demuestra la validez del viejo dicho ajedrecista "La partida se considera ganada cuando el ganador haya anotado su punto en la tabla de clasificación."
e. La confusión de ideas
Suele ocurrir que en determinadas posiciones puede escogerse entre dos planes distintos de juego, en tal caso no hay peor cosa que tratar de llevar a cabo ambos planes. Resulta una confusión de ideas tal, que no se logra cumplir ninguno de las dos. Un ejemplo clásico de este error es el siguiente:
En esta posición según comenta Ilin Shenevski, a las blancas se le ofrecían dos continuaciones. Una era aprovechar la mala situación de la torre negra, mediante 1.Af1 Ta4 2.De2 amenazando Db5, o bien 2.Ad3 seguido de 3.Ac2 ó De2, en este caso las piezas negras del flanco dama se hallarían en una situación desagradable. La otra posibilidad consistiría en aprovechar el debilitamiento del peón negro en d5, por medio de 1.f4 g6 2.g4 seguido de 3.f5. Pero las dos continuaciones se fusionaron y las blancas hicieron 1.h3?.
Esta jugada es completamente ineficaz, pues el alfil negro no puede situarse en g4 debido a la respuesta Axd5, siguió 1... b5 2.f4 (tras haber perdido un importante tiempo las blancas optan por la segunda continuación, pero ya demasiado tarde) b4 3.axb4 axb4 4.Af1 (he aquí la primera continuación o al decir Ilin Shenevski, "una parodia de ella") bxc3 5.Axc4 Dxc4 6.bxc3 Axh3 y varias jugadas después las blancas se rindieron.
Según Krogius, este tipo de error tiene en su base la inestabilidad de la atención. Ella se manifiesta cuando el pensamiento pasa de un punto a otro de la posición sin la continuidad lógica necesaria para llegar a una conclusión útil. Por consiguiente, los planes se mezclan y se realizan desacertadamente.
Hasta este momento hemos presentado una serie de errores que tienen un denominador común: todos ellos de una forma u otra provienen de una insuficiente disciplina interna del jugador, o si se prefiere llamarlo de otro modo, de una incompleta o inadecuada organización del proceso intelectual a través del cual el ajedrecista pone en práctica sus conocimientos. Lógicamente, ustedes se preguntarán cómo combatir errores semejantes, por eso a continuación haremos referencia a una serie de medidas que los estudiosos del tema consideran útiles en estos casos.
Aunque parezca una recomendación puramente ajedrecística, el juego a la ciega es quizás el mejor procedimiento de preparación para perfeccionar las cualidades dinámicas de la atención y el pensamiento. Esta forma de juego exige una constante y precisa comparación de las imágenes anteriores con la posición presente y una sistemática verificación de la postura exacta de las piezas, lo cual requiere de grandes esfuerzos volitivos. Método equivalente es el estudio de trabajos sobre ajedrez sin verificarlos sobre el tablero, entrenamiento que muchos maestros actuales practican asiduamente.
Otros procedimientos recomendados son ejercitarse en el hallazgo de soluciones paradójicas, en la búsqueda de recursos ocultos de la defensa en posiciones difíciles, descubrir toda excepción de la regla y desarrollar lo concreto del pensamiento. Con ello el ajedrecista se contamina de un escepticismo muy útil en la valoración de la posición. Asimismo es muy efectivo el método de "cruzar la línea", donde el jugador trata de abstraerse de los propios intentos y de pensar por el adversario, así pueden descubrirse ideas que se escapan cuando se piense unilateralmente. Las partidas rápidas y las sesiones de juego simultáneo cronometradas, por su parte, han mostrado que pueden contribuir a aumentar la capacidad y variabilidad de la atención.
Claro que en la lucha contra estos errores, si se quiere ir al fondo del problema, se hace imprescindible un estudio serio y riguroso de las peculiaridades y etapas del proceso de pensamiento en la partida de ajedrez, con el fin de, sobre esta base, planificar el "entrenamiento mental" del jugador de forma consciente y organizada. Sobre esto hay aún mucho por investigar, así que por nuestra parte, preferimos pasar ahora a la exposición de una serie de errores de naturaleza psicológica más estable: son aquellos que están más vinculados a la personalidad del ajedrecista.
viernes, 16 de octubre de 2009
miércoles, 14 de octubre de 2009
Se abre la sesión: el inexistente “caso liga vasca”
Ha habido quienes se han empeñado en no hablar sobre lo propuesto, algo que no sorprende, puesto que incluso ellos deben ser conscientes de que su manera de actuar es inadmisible desde cualquier punto de vista de la praxis democrática.
Nadie ha podido escribir una sola palabra en contra de los argumentos que se expusieron en la Asamblea y por los que se decidió proponer este calendario, ni siquiera se ha intentado. Nadie ha aportado un solo argumento en favor de otro calendario: sólo el deseo de jugar la competición de la FVA, prescindiendo de cualquier condicionante que esto pueda suponer para los demás jugadores, los demás equipos y cualquier aspecto organizativo de la FNA.
No existe un “caso liga vasca”
No existe, simple y llanamente. No es que haya un caso que sea de una o de otra manera, es que no hay caso alguno.
La Federación Navarra de Ajedrez promueve, regula y organiza la práctica del ajedrez en Navarra. Además, forma parte de la Federación Española de Ajedrez y la representa en Navarra. Así lo recogen y ordenan sus estatutos:
ESTATUTOS DE LA FEDERACIÓN NAVARRA DE AJEDREZ
TITULO I NORMAS GENERALES. CAPITULO I
Artículo 2.- Objeto.
1. La Federación Navarra de Ajedrez es una entidad privada de base asociativa, sin ánimo de lucro, cuyo
objeto principal es promover y desarrollar con carácter general la práctica de la modalidad deportiva de
ajedrez en todo el ámbito territorial de la Comunidad Foral de Navarra.
Artículo 5.- Representación Federativa estatal.
La Federación Navarra de Ajedrez está integrada en la Federación Española de Ajedrez, ostentando la
exclusiva representación de ésta en el ámbito territorial de la Comunidad Foral de Navarra.
CAPITULO II Funciones
Artículo 9.- Funciones
1. Son funciones propias de la Federación Navarra de Ajedrez, en el marco del tráfico jurídico privado:
a) La promoción general del ajedrez en todo el territorio de Navarra, tanto en la faceta del deporte de
competición como en la del deporte para todos.
Así las cosas, la FNA tiene el derecho y la obligación de organizar sus competiciones autonómicas de la mejor manera posible. Sus competiciones, no las de la FVA.
Estructura del calendario de la FNA aprobado en la Asamblea
El calendario propuesto a la Asamblea fue elaborado tomando como punto de partida varias circunstancias que ya fueron explicadas en la última reunión de la Asamblea de la FNA, que aprobó esa propuesta sin que nadie haya podido hasta ahora poner un duda uno sólo de estos criterios, por cierto. Expondré brevemente cómo las veo yo:
1.- Resulta fundamental que el primer torneo que se dispute sea el absoluto por equipos:
• Este torneo es el que genera el esfuerzo organizativo de los clubes. Ubicarlo a principio de temporada centraliza la tramitación de licencias en lugar de haber un continuo goteo durante el año, lo que organizativamente no es deseable y causa diversos trastornos.
• Al haberse tramitado las licencias para este torneo, se cuenta con un número de jugadores potencialmente mayor para los demás torneos: si están federados es posible que los jueguen, si no les pinchan para federarse, seguramente no jugarán ninguno.
2.- Es de gran importancia que todas las competiciones en las que se diluciden plazas de acceso a competiciones estatales se desarrollen cuanto antes.
• Por una parte, resulta evidente que no puede enviarse al campeón de una competición a la correspondiente competición estatal si no se ha celebrado aún la competición autonómica.
• Con motivo de la organización de los viajes y la reserva de billetes, a la FNA le resulta mucho más gravoso tener que hacerlo a pocas fechas vista con la antelación suficiente para adquirir billetes de bajo coste, puesto que frecuentemente tienen que ser nominales (se compra el billete para una persona concreta, no lo puede usar otra).
3.- El ajedrez navarro tiene actualmente una enorme carencia de árbitros en activo, por lo que resulta insostenible que el mismo día se disputen dos competiciones arbitradas.
• Los Juegos Deportivos deben disputarse necesariamente en los primeros meses del año por lo explicado en el punto 2 y la única competición que no se arbitra –puesto que resulta imposible- ni requiere organización porque se juega en los locales de los equipos es el torneo por equipos.
• Si se disputa el torneo de invierno en esas fechas, tal y como se pretende, esto obligaría a que un reducidísimo número de árbitros que se mantienen activos arbitren una competición el sábado a la mañana y otra el sábado a la tarde –o el viernes a la tarde y noche-. Esto es inviable.
• La última temporada se pudo arbitrar gracias al enorme esfuerzo de personas como Javier Yaben y Gorka Argandoña, que arbitraron muchísimos días que no querían y que les venía muy mal. También al de Víctor Rodríguez y otros árbitros de Tudela y Peralta, que además de arbitrar todo lo arbitrable en su zona llegaron a arbitrar alguna jornada en Pamplona. También hubo que recurrir a que árbitros internacionales arbitraran torneos infantiles o de rápidas, papel que evidentemente no es el que deben desempeñar en la FNA.
4.- Es muy recomendable trabajar con año natural, en lugar de por temporadas.
• El ajedrez no tiene el carácter estacional de los deportes al aire libre. Ese es el origen de los periodos de temporada septiembre-junio y en ajedrez no tiene sentido.
• Supone una gran ventaja organizativa trabajar con año natural, ya que permite acompasar las competiciones con las de la FEDA (que hace tiempo que trabaja con el año natural) y la actividad de la FNA con la realidad administrativa, económica y fiscal que tiene que afrontar diariamente más allá de lo deportivo.
• No es imprescindible utilizar el año natural, ya que algunas federaciones no lo hacen (otras sí) y hasta ahora se ha trabajado por temporadas, pero sí resulta aconsejable.
5.- Es importante ubicar en el calendario de manera reconocible un periodo en el que se disputen las competiciones de partidas relámpago y rápidas.
• Estos torneos tuvieron gran aceptación durante bastantes años (incluso se disputaban rápidas de 5 y de 10 minutos, tanto por equipos como individual), no hay motivo para suponer que no son recuperables.
• Uno de los motivos de la baja participación en ese tipo de torneos es que nadie sabe ni siquiera en qué época del año son: cada año se han ido encajando de mala manera en fines de semana dispersos y diferentes de un año a otro.
6.- Ante la baja participación en los torneos, se ha propuesto una fórmula novedosa para el torneo de invierno, equivalente a los disputados hasta ahora en primavera y en invierno.
• Este formato de jugar los viernes por la tarde-noche goza de éxito en otros lugares.
• Este formato puede suponer algún obtáculo para algunos jugadores, pero permite que otros que no pueden jugar el sábado por sus obligaciones familiares disputen una competición
7.- Es fundamental que cada año puedan realizarse actividades de formación para que las actividades de la FNA puedan desarrollarse.
• Es importante que existan cursos de monitores con la extensión suficiente para formarlos adecuadamente, tanto a los nuevos como a los que ya ejercen. Que haya suficientes monitores y que estén bien capacitados es la base para que haya más y mejores jugadores a medio y largo plazo. Con motivo de la distribución del curso escolar, es importante que las formaciones de monitores sean a principios de otoño.
• La FNA necesita incrementar el número de árbitros y que actualicen sus conocimientos los que ya lo son.
• Resultaría imposible reflotar estos dos estamentos si estos cursos no tienen una ubicación en el calendario que no sea coincidente con las competiciones: nadie se apuntaría porque salvo raras excepciones, todos somos jugadores antes que monitores o árbitros.
¿Argumentos en contra de estos planteamientos?
Ni uno, señores, no se ha hecho ninguno.
Ni siquiera se ha hecho una sola valoración de estos argumentos.
¿Acaso se van a comprometer a arbitrar todas las competiciones aquellos que pretenden que se disputen dos el mismo día?
¿Acaso se van a apuntar a los cursos de árbitro y de Swiss Manager para poder gestionar adecuadamente las competiciones ellos –figurar como árbitro sin haberse leído en diez años una reglamentación que cambia con frecuencia no es de recibo-?
¿Se ha propuesto alguna medida para recuperar los torneos de rápidas y relámpago?
¿Han previsto periodos de formación de técnicos que permitan corregir la terrible carencia de monitores y árbitros de la FNA?
¿Ha habido alguna valoración del impacto organizativo de una u otra cosa?
Sobre cómo se informó acerca de estas cuestiones en un reunión a la que no se invitó a parte de los equipos de Navarra y que fue convocada para organizar un boicot según los propios organizadores, mejor ni hablamos.
No, simplemente se ha puesto el carro delante de los bueyes. Con el único motivo de facilitar la disputa de la competición por equipos de la FVA, hay quien ha decidido que hay que eliminar las competiciones relevantes de la FNA de ese rango de fechas aunque sean las mejores, sin ni siquiera reparar en ningún otro tipo de circunstancias.
A estas alturas de la película, sospecho que es demasiado pretender que primero se valoren los argumentos y sólo después se tome una decisión en función de ellos. Pero que quede claro, porque no por esperable es menos digno de reproche prescindir de cualquier tipo de razonamiento a favor de unas conclusiones preestablecidas.
Simple y llanamente: hay una serie de personas que por uno u otro motivo quieren jugar la competición de la FVA y les trae sin cuidado que eso perjudique a las competiciones de la FNA y a los demás federados.
Navarros compitiendo en los torneos de la FVA
La participación de jugadores y equipos de la FNA en competiciones de la FVA se ha venido produciendo desde hace bastantes años.
Estas competiciones pueden suponer un aliciente para los jugadores navarros porque facilita disputar partidas contra rivales de nivel alto y, sobre todo, contra rivales diferentes a los que se tiene habitualmente.
Aunque actualmente hay varias competiciones importantes en el ámbito de la FNA y resulta mucho más fácil que hace unos años disputar un torneo open en cualquier parte, siempre hay personas que por circunstancias laborales y personales no pueden disputar competiciones de varios días seguidos. A estas personas les puede resultar especialmente interesante poder disputar una competición que se desarrolla los fines de semana, mantiene buen nivel ajedrecístico y que supone realizar desplazamientos que aunque sean incómodos, son asumibles.
Hasta donde yo sé, nadie ha puesto impedimento alguno para que se dispute las competiciones de la FVA quien así lo desee.
Sí han existido muchas veces las lógicas reticencias que hayan podido albergar quienes fuera con respecto a la posibilidad de verse perjudicados por esta competición: nadie en la competición de la FNA puede ser perjudicado por la disputa de otra competición autonómica por determinadas personas o equipos, sean pocos o muchos.
En cualquier caso, resulta evidente que nadie ha tratado de impedir nunca la disputa de estas competiciones. Cualquiera que pretendiera impedir que se participe en competiciones de la FVA no necesitaría trabajar la centésima parte del tiempo que se ha empleado en redactar y revisar la normativa recientemente aprobada por la Asamblea para que fuera una documento cuidado, funcional, coherente y sin contradicciones.
Quien quisiera algo así le bastaría denunciar la situación en la instancia pertinente (o ponerla en conocimiento de los medios de comunicación más rancios que se le ocurran, método este más rastrero pero sin duda más efectivo) con la base legal que otorga el hecho de que hay jugadores y equipos que disputan una competición autonómica para la que no disponen de licencia federativa (a lo que hay que añadir que, por lo tanto, tampoco tendrán el preceptivo seguro, sin el cual la Ley del Deporte no permite competir).
No creo que haga falta ser abogado para advertir que existen resquicios legales para defender lo uno y lo contrario, pero tampoco es necesario ser muy listo para darse cuenta de que si algo así llegara oídos de La Caverna más allá del Ebro, se armaría la de Dios es Cristo: alguien terminaría tomando medidas para tranquilizar a esos grupos sociales que tanto gustan de sentirse heridos en el orgullo patrio por cualquier cosa (justo antes y después de acusar a los demás de nacionalista, de locos, pero esto funciona así).
Números cantan
Los periodos que se pueden utilizar para las competiciones autonómicas largas son claramente tres: desde navidad hasta semana santa, desde semana santa hasta finales de junio y desde finales de verano hasta los puentes de diciembre. Idoneo hay claramente sólo uno.
No resulta difícil comprobar que la mayor parte de las federaciones autonómicas de ajedrez –también la FVA– organizan la competición por equipos entre principios de año y semana santa. Está claro que son la mejores fechas y las más apropiadas para organizar la competición más importante del calendario: menos horas de luz, menos actividades al aire libre, fuera de los habituales periodos de bodas y comuniones.
La FNA no puede permitir que se hurte al los federados navarros las mejores fechas para la disputa de torneos. Puede llegar a ser discutible si conviene utilizar esas fechas para el torneo por equipos o para el individual, las dos grandes competiciones de la FNA, pero prescindir de ellas para que unos cuantos puedan participar en un torneo de otra federación autonómica jamás puede estar en la cartera de la federación que gestiona los torneos y federados perjudicados.
El interés deportivo que puede despertar la competición autonómica por equipos de la FVA no puede hacernos olvidar los derechos de los federados navarros, como ya apuntaba antes. Tampoco puede olvidarse que en cuestión de derechos no puede hablarse de mayorías ni de minorías. Si por algo se distingue un estado de derecho es por respetar los derechos de las personas, aunque constituyan una minoría.
Pero cuidado, al margen de lo ya comentado, autoproclamarse mayoritario no significa serlo. El planteamiento que algunos están haciendo supone condicionar las partidas de 160 personas (8x8 en preferente, 8x6 en primera y 12x4 en segunda) por el de un máximo de 16 (4x4).
La desproporción es tan evidente que no deberían hacer falta comentarios.
Pero claro, tampoco deberían ser necesarios para calificar las actitudes antidemocráticas con las que se está intentando violentar los acuerdos de la última Asamblea y ya vemos cómo está el tema.
Hablemos de “eso”
Empiezo a tener la misma sensación de cuando empezaron a poner los programas de Elena Ochoa de los primeros años noventa, genialmente parodiados después por Martes y Trece: nadie nombra lo que en realidad es el objeto de discusión.
A pesar de que sea cierto que existen intereses ajedrecísticos en la disputa de la liga vasca, tal y como ya se ha comentado, resulta indiscutible que en este caso “eso” es una cuestión política que está en una gran medida detrás de la intención de otorgar preferencia a la competición de una federación autonómica con respecto a las de la federación en la que estamos. Pues muy señores míos, para eso uno se federa en la FVA, no en la FNA: las federaciones deportivas están para gestionar una realidad administrativa, no para condicionar la actividad de su deporte a los deseos políticos de nadie, por legítimos que sean en el contexto adecuado.
Las ideas políticas son todas defendibles… por los medios adecuados. Una federación deportiva no lo es.
Los más viejos y los que sin serlo tanto hemos buceado en la historia por el placer de conocerla (no buscando excusas a ideas preconcebidas como suele ser habitual) sabemos perfectamente que Navarra y la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) estuvieron a punto de ser una sola comunidad autónoma, puesto que fue una de las posibilidades que se barajaron en la transición.
Seguramente hubiera sido mucho mejor en muchos aspectos, en particular porque el empeño en poner puertas al campo y cercar una historia cultural común sólo ha creado conflictos y ha impedido el enriquecimiento cultural mutuo de dos sociedades que muy a menudo son una sola.
Al final nos hubiera caído la caspa encima de todas maneras, aunque puestos a elegir, yo personalmente me quedo a ciegas con la caspa de los jesuitas que con la del Opus Dei.
Y que nadie se engañe, si no somos una sola comunidad autónoma unos y otros, no es por esa óptica tremendista en la que pareciera que la CAV nos va a comer cual lobo feroz, por más que se empeñen en inculcar tamaña sandez desde ciertos sectores. La realidad tiene mucho más que ver con la caspa dominante: una CAV con Navarra como cuarta provincia hubiera hecho mermar muchísimo el poder de las castas dominantes de la derecha navarra, puesto que se habría diluido mucho su influencia.
Pero, señores, la FNA está para gestionar el ajedrez en el marco administrativamente dispuesto. Las aspiraciones de otro tipo son perfectamente legítimas, pero sólo en el marco correspondiente, no en el de la gestión deportiva.
Aviso a navegantes
Uno ya está curado de espanto de otros lugares ajenos al ajedrez, en los que franquistas vergonzantes, progres de salón, fundamentalistas de cualquier causa y catetos en general despachaban –e imagino que lo siguen haciendo– cualquier tipo de argumento tratando a su interlocutor de facha, terrorista o cualquier otra gilipollez según sacara los colores a integristas de una u otra condición.
A mí personalmente me divertía comprobar que era descalificado –que no rebatido– por cierto tipo de personajes, incapaces de esgrimir un solo argumento racional, pero serían de agradecer dos cosas: que no se olvide que hablamos de ajedrez, no de otras cosas, y que no se caiga en ese tipo de actitudes, porque no son tolerables en ningún caso y porque ni siquiera estamos en esos ámbitos en los que se utiliza el teclado a modo de bate de beisbol virtual.
sábado, 10 de octubre de 2009
Psicologia de algunos errores tipicos del ajedrecista (1ª parte)
INTRODUCCIÓN
Decía muy acertadamente Voltaire:
"La mentira, a diferencia de la verdad, tiene una ventaja: se presenta de múltiples formas, mientras que la verdad, sólo de una."
Esta frase del gran escritor y filósofo francés del siglo XVIII es perfectamente aplicable a la lucha ajedrecística, encontrar la verdad en la partida de ajedrez es una tarea sumamente compleja tanto más el proceso intelectual a seguir para la búsqueda de esa verdad no ha sido suficientemente estudiado. Existen múltiples géneros de la literatura ajedrecística: manuales de apertura, tratado del medio juego y final, compilaciones de partidas selectas de grandes jugadores, etc. Sin embargo, escasean aquellos trabajos dedicados a un análisis riguroso del proceso del pensamiento a través del cual el ajedrecista hace uso de todos sus conocimientos y arsenal técnico. Esto sucede a pesar de que para cualquier maestro está clara la necesidad de establecer los defectos típicos de la actividad intelectual en el transcurso de la partida y de hallar procedimientos que aumenten su efectividad y disminuyan el número de errores.
Con lo anterior no queremos negar el valor pedagógico del error para el perfeccionamiento del ajedrecista. El aforismo de Tartakower: "En ajedrez sólo se aprende de los errores" es indiscutible, pero ¿es forzoso aprender sólo de nuestros propios errores? También podemos aprender de los ajenos. Y este es el propósito del presente trabajo; con él pretendemos poner en guardia a prácticos y pedagogos contra aquellos errores de orden psicológico que se repiten con más frecuencia en la práctica ajedrecística.
CONSIDERACIONES GENERALES ACERCA DEL ERROR Y SUS CAUSAS
"La partida de ajedrez ‑como planteó Tartakower‑ es decidida por un error. Claro que no es lo mismo de quién, si del contrario o de uno." El ajedrez es a menudo un juego cruel, la alegría del triunfo va contigua a la amargura del fracaso y es fundamental asumir el mismo buscando en nosotros las causas. No pocas veces el ajedrecista que ha sufrido una derrota riñe con la casualidad. Él mismo no entiende porqué ha cometido un error tal, si había jugado tan bien la parte principal de la partida. Había sostenido tan correctamente la lucha posicional, y no se había quejado tampoco de los aspectos tácticos. Este jugador por lo general termina atribuyendo su derrota a una mala pasada del azar. Pero los errores son casuales sólo en apariencia; en realidad ellos siempre están vinculados a las complejas exigencias psicológicas que el ajedrez plantea a quienes lo practican.
En el pensamiento ajedrecístico se entremezclan las consideraciones generales de orden posicional con elementos del cálculo concreto, y la habilidad para encontrar el justo medio entre estos aspectos y para recordar el papel de cada uno de ellos en un momento determinado de la lucha es el patrón por el que se mide la fuerza del jugador. Al sobreestimar el rol que desempeñan los elementos tácticos, se cometen con frecuencia errores ligados al concepto estratégico de la posición. Por otra parte, un exagerado respeto a las leyes generales o un juego basado únicamente en ellas, a menudo da origen a errores tácticos.
Las valoraciones generales y el cálculo de variantes no son elementos abstractos, sino que determinan la elección de cada jugada. En la partida ellos se unen formando una trama compleja que se dificulta aún más en función de las características psicológicas del jugador. No debemos olvidar que cualquier actividad cognoscitiva está condicionada por tres factores:
1. Por el objeto del conocimiento
2. Por el propio proceso de obtención del conocimiento
3. Por el sujeto del conocimiento
Estos aspectos están indisolublemente ligados, en este sentido el proceso de pensamiento durante la partida varía en función del nivel de elaboración individual que del juego ha construido el sujeto, o sea, de su estructuración particular de aquellos contenidos y conocimientos que le permiten orientarse y decidir en una posición. La elaboración a que nos referimos está fuertemente matizada por la personalidad del jugador en cuestión.
Como bien estima Emmanuel Lasker, el ajedrez es ante todo, una lucha entre dos personalidades. Tras la vida de las piezas está el ser humano concreto, y no podemos comprender los secretos de la lucha ajedrecística si prescindimos de la psicología, las inclinaciones y el carácter del hombre inmerso en esta lucha, en la cual el intelecto se manifiesta como un componente entre otros. Es el individuo como personalidad quien analiza, elabora planes, calcula variantes, se defiende o ataca, y también quien se equivoca y pierde.
Todo ajedrecista comete errores. En las partidas entre principiantes la "falta de información" conduce a equivocaciones tan graves que cada una de ellas bastaría para decidir inmediatamente el resultado de la contienda. Claro que muchas veces el adversario no los aprovecha y la partida continúa.
Las partidas entre jugadores experimentados tienen características diferentes. Generalmente en ellas el error no es consecuencia forzosa de la complejidad objetiva de la situación, sino mayormente de la indebida postura del jugador ante ésta. Incluso en aquellas posiciones más difíciles objetivamente, los factores psicológicos tienen también un peso importante en la comisión del error.
Pongamos por ejemplo aquellas posiciones donde es obligado pasar a una defensa pasiva, sin posibilidades de contraataque, y donde la práctica ha demostrado que son especialmente vulnerables aquellos jugadores de más alto nivel. Es evidente que estas posiciones son objetivamente difíciles de manejar, y aún cuando el análisis permite demostrar que la situación es sostenible, la necesidad de encontrar paso a paso jugadas individuales conlleva una alta probabilidad de error.
Pero ésta no es la única causa; muchas veces el error se produce cuando las dificultades principales ya han sido salvadas. Sucede que en la actualidad gran parte de los ajedrecistas de alto nivel están acostumbrados a desarrollar el juego de forma tal que posean la iniciativa. Producto de ello, la dificultad psicológica que implica la defensa pasiva conduce a un gran desgaste de las fuerzas del defensor, quien frecuentemente termina por equivocarse.
En este trabajo no abordaremos aquellos errores que se producen por desconocimiento o inexperiencia; tampoco los ocasionados por estímulos adicionales como la falta de tiempo. Nuestro tema es el error de orden psicológico, que se debe fundamentalmente a los hábitos, el carácter o la personalidad del hombre.
LOS ERRORES DE ORDEN PSICOLÓGICO. SU CLASIFICACIÓN Y ANÁLISIS
Es obvio que en las partidas de ajedrez entre jugadores experimentados, detrás de cualquier error encontramos un defecto en el proceso de pensamiento. ¿Y detrás de ese defecto, qué hay? Impulsividad, negligencia, excesivo optimismo, sobreestimación de las propios posibilidades, inseguridad, etc. Cualquiera de estos factores, e incluso muchos otros, pudieran constituir la base psicológica del error. Una clasificación que aborde exhaustivamente todos y cada uno de ellos sería demasiado extensa para el presente trabajo, por eso decidimos reunir los errores típicos más importantes en dos grupos fundamentales:
Grupo I: Incluimos aquí aquellos errores que son provocados en general por una insuficiente disciplina interna del ajedrecista.
Grupo II: En este grupo aparecen los errores vinculados más directamente a ciertas peculiaridades de la personalidad del jugador.
Analicemos ahora algunas posiciones que ejemplifican los errores a que nos referimos.
Errores típicos del Grupo I
a. La casilla desaparecida
No sólo los principiantes cometen errores graves. También a veces lo hacen los maestros, pero por causas totalmente diferentes. Frecuentemente el error se produce a causa de que ante nuestra vista se hallan el tablero y las piezas. Para calcular una variante es necesario apartarse con el pensamiento de la posición que se halla sobre el tablero y representarse mentalmente una nueva posición, resultante luego de una serie de jugadas de ambos bandos. Si se transfieren íntegramente a esa representación las características de la posición de partida, entonces ésta no ayuda, sino que entorpece el análisis. El Gran Maestro y Doctor en Psicología Nikolai Krogius le llama a este defecto imagen residual, pero Ilin Shenevski ya hablaba de tales casos en el año 1928.
En esta posición las blancas tienen un ataque decisivo. Continuaron 1.Af7 Rf8, 2.Dh6 Rxf7, 3.Tf6 Rg8 y ahora es el negro quien tiene ventaja. Al calcular la variante, las blancas habían contado sólo con 3... Re8 4.Df8 Rd7, 5.Dg7 seguido de 6.Tf8#.
¿Porqué las blancas no advirtieron la simple jugada 3... Rg8? El propio Ilin Shenevski explica que al calcular la combinación se le figuró que el rey no podía ir a g8, pues en la posición inicial esa casilla es atacada por dos piezas (la dama de g5 y el alfil de b3).
b. La pieza olvidada
En ocasiones sucede que las operaciones en un sector del tablero, cautivan de tal modo la atención del ajedrecista que éste centra totalmente su atención en las piezas que toman parte directa en las amenazas y sus repercusiones. En cambio parece como si se borraran de la mente aquellas piezas situadas lejos del sector donde se desarrolla la lucha.
Esta "estrechez de la atención", según le llama Krogius, limita la amplitud del pensamiento y hace que se cometan errores. Un curioso ejemplo sobre el tema de "la pieza olvidada" nos ofrece el maestro A. Zaitzev.
Esta posición se produjo en dos partidas de Zaitzev en un torneo temático por correspondencia. Ambos adversarios que jugaban con las negras continuaron 19... Ch4+??, sin advertir que después de 20.Axh4 pierde la pieza. Dos años más tarde, en un torneo internacional, Zaitzev enfrenta con piezas blancas a Hellbig, el representante de la entonces RDA. Se produce la misma posición y ¿cuál creen que fue la jugada de Hellbig? Pues 19... Ch4+??
c. La jugada natural
"Jamás hemos de ceder al encanto aparente de las jugadas naturales", escribió en su tiempo el campeón mundial Alexander Alekhine. Todos los manuales de ajedrez para principiantes advierten sobre el peligro de las jugadas que saltan a la vista, sin embargo, miles de aficionados de diversas fuerzas capturan o defienden mecánicamente piezas atacadas, olvidando que a veces estas respuestas no son nada ventajosas.
Pero también los maestros incurren en errores de este tipo, continuación un ejemplo que ilustra cómo una excesiva confianza en las jugadas naturales de desarrollo, que permiten movilizar las piezas, puede contribuir a que el adversario se apodere de la iniciativa.
En esta posición tocaba el turno a las blancas. Jugaron 1.The1? La única pieza blanca que faltaba por desarrollar, se pone en juego. Y, no obstante esto es un error.
1... Axg3! 2. hxg3 c5!
Inesperadamente las blancas se encuentran en dificultades. Las negras amenazan 3... c4 ganando una pieza y también 3... cxd4.
3.Da5 c4 4.Aa4 Td5 5.Db4 Dd6
Después del cambio de la dama, el alfil de a4 sigue amenazado y sin ninguna retirada.
6.Dxd6 Txd6 7.b3
La jugada 7.Ab5 no salva la pieza debido a 7... a6
7... Cd5!
También es posible 7... Cxa4 8.bxa4 Ta6, pero la jugada del texto es más fuerte. Después de 8.Td2 c3 9.Tde2 a6 10.b4 b5 11.Ab3 Cxb4 12.Te3 Tc8 las negras no tardaron en ganar la partida.
De esta forma una "buena" jugada de desarrollo, llevó a las blancas al deterioro total de su posición.
Psicologia de algunos errores tipicos del ajedrecista, 2ª parte, 3ª parte.
miércoles, 7 de octubre de 2009
Se abre la sesión: mañana sol y buen tiempo
¿Qué es una Asamblea?
La Asamblea General es el órgano de gobierno por excelencia de la FNA.
TITULO III ESTRUCTURA ORGÁNICA. CAPITULO II La Asamblea General
Artículo 23.- La Asamblea General.
1. La Asamblea General es el órgano supremo de la Federación Navarra de Ajedrez, en el que estarán representados todos los estamentos que integran la Federación.
Artículo 27.- Competencias de la Asamblea General.
1. Es competencia de la Asamblea General en pleno:
a) La aprobación del proyecto general de actividades de la Federación.
Se entenderá como tal los aspectos generales de las actividades a realizar.
b) La aprobación del proyecto de presupuesto anual entrante de la Federación.
c) El control de la gestión económica, deportiva y administrativa de la Federación mediante la aprobación de la memoria de actividades realizadas en el ejercicio precedente, la liquidación del presupuesto ejecutado de la Federación y el acceso a los libros que integran el régimen documental de la Federación.
d) La aprobación y modificación de los estatutos de la Federación.
e) La aprobación y modificación de los reglamentos de la Federación, y entre ellos:
- Las normas generales para las competiciones dentro del territorio de la Comunidad Foral de Navarra.
- Las normas de expedición y de renovación de las licencias federativas.
- Los criterios que determinarán la participación en las Selecciones de Navarra.
- Los procedimientos para la realización de las adquisiciones, disposiciones y enajenaciones de bienes, selección de personal, suministros y servicios de la Federación Navarra de Ajedrez.
[...]
k) Autorizar la contratación del personal al servicio de la Federación y aprobar su cese.
Los estatutos (y el sentido común) no pueden ser más claros.
Hechos
Los hechos incuestionables son los siguientes:
- Los órganos de gobierno de la FNA son los que establecen los estatutos, de manera más que razonable: es la Asamblea la que aprueba normativa y calendario.
- La Junta Directiva de la FNA publicó el proyecto de normativa y calendario varias semanas antes de la celebración de la Asamblea.
- La Junta Directiva de la FNA publicó en la Web de la FNA y comunicó a todos los asambleistas su total disposición a hacer aclaraciones sobre el proyecto y recibir propuestas sobre el mismo antes de la Asamblea.
- Si se hubiera hecho caso de este ofrecimiento, podría haberse evitado el tratamiento superficial y limitado en el tiempo que se le dedica a estas cuestiones en las reuniones de la Asamblea, lo que suele tener como consecuencia la omisión de cuestiones relevantes, la aprobación de redacciones literales incorrectas e incluso la de propuestas contradictorias entre sí.
- No se hizo caso de tal ofrecimiento. Nadie preguntó absolutamente nada pero sí se recibieron más de setenta enmiendas el último día habilitado para su recepción.
Asambleas Paralelas
Resulta evidente que cualquier federado tiene derecho a interesarse por las cuestiones organizativas de la FNA, es más, sería deseable que todos nos interesáramos más a menudo.
Lo que no es de recibo es que tras participar en las votaciones de una Asamblea de la FNA, quienes sostienen una postura contraria a los acuerdos adoptados democrática y legítimamente organicen una reunión para acordar y promover lo contrario.
Además, por si esta actitud no resultara suficientemente reveladora desde la perspectiva de la ética y de la higiene democrática, a dicha reunión se convoca solamente a quienes de antemano se suponía de acuerdo con lo que ya previamente se tenía decidido hacer y a quienes no tienen representación en la Asamblea, de manera que tras la reunión sólo dispondrían de la versión de los hechos allí relatada.
¿Por qué no se convocó al Runa? ¿Porque Javier Fernández fue el encargado de redactar la normativa reflejando los acuerdos de la Junta Directiva? ¿Porque otros dos miembros de la Asamblea son también del Runa y osaron votar en contra de las propuestas de los convocantes?
¿Por qué no hay entre los convocados nadie que vaya a explicar las propuestas de la Junta Directiva que, además, ya han sido aprobadas en la Asamblea de la FNA?
No hace falta un gran ejercicio de imaginación para sospechar que hay alguien a quien le resulta molesto que se puedan aclarar las tonterías que se están propalando por ahí (como la patraña de que se quiere despedir a la actual Gerente) o que se puedan explicar los motivos por los que se han propuesto unas u otras medidas en la normativa.
Esta situación es particularmente sorprendente, por no emplear términos más contundentes aunque seguramente más apropiados, ante las circunstancias de los dos asuntos tratados en dicha reunión y que son competencia de la Asamblea de la FNA:
- En caso de la situación de la Gerente, la Junta Directiva informó a la Asamblea de la situación por iniciativa propia y no se puso el más mínimo obstáculo a que ella misma se dirigiera directamente a los asambleistas, a pesar de que resulta cuando menos cuestionable que tenga derecho a ello.
- En el caso de la Normativa y el calendario, la Junta Directiva publicó un borrador varias semanas antes de la fecha de celebración de la Asamblea para que pudiera ser estudiado y se ofreció expresamente a hacer cuantas aclaraciones se solicitaran, así como a recibir con ánimo de diálogo cuantas propuestas le fueran presentadas. Además de anunciarse en la Web dicho ofrecimiento, fue comunicado mediante correo electrónico a todos los asambleístas. Nadie hizo uso de ese ofrecimiento de la Junta Directiva con respecto a sus propuestas y sin embargo sí se presentaron más de setenta enmiendas: el que quiera hacer pasar esa actitud por constructiva va a necesitar agotar las existencias de Balvenie en tres provincias a la redonda para convencer a cualquier persona cabal. Esa es la actitud de quien intenta que se apruebe lo que él considera oportuno dejando el trabajo sucio para otros, no la de quien desea construir y colaborar para crecer.
Una de política ficción
Por lo que vengo leyendo, el intento de justificar la situación descrita consiste en afirmar que la Asamblea ya no representa al ajedrez navarro. Acojonante.
Debo reconocer que es posible que me haya equivocado: la actitud que trasluce en todo esto no es sólo de chapuza e improvisación, sino que cada vez más empieza a parecer de una falta de decencia democrática tan delirante que resulta más propia de una película de Berlanga sobre una república bananera que de la realidad en el siglo XXI.
Los representantes de la Asamblea fueron elegidos en unas elecciones democráticas, que tuvieron como consecuencia una Junta Directiva consensuada con la mayoría de los equipos de Navarra. Desde entonces, el único cambio significativo que ha tenido lugar es la retirada del apoyo de Orvina a la Junta Directiva.
¿Con qué motivo se retiró ese apoyo? Sola y exclusivamente a raíz de que sus equipos fueran sancionados en aplicación de la normativa con motivo de haber incurrido en varias alineaciones indebidas.
Que alguien cuente con hacer lo que le de la gana y eludir la acción de los reglamentos por estar en una Junta Directiva, o en la luna, no es asunto de mi incumbencia.
Bastante tiempo he perdido con el tema. Por no hablar de la decepción que me ha supuesto descubrir que un grupo de gente con la que nunca he tenido problemas, y entre los que creía contar con amigos, ha llegado a intentar descalificarme mintiendo sobre lo entonces ocurrido para intentar salirse con la suya a toda costa y contra todo tipo de lógica.
La Asamblea fue elegida hace poco más de un año, es la que es y si alguien opina que no debería seguir siendo así tiene recursos democráticos a su alcance para promover una moción de censura y presentar una candidatura.
Lo que llama la atención es que, por primera vez en muchos años, la FNA cuenta con un equipo de trabajo de personas cualificadas y dispuestas a trabajar desinteresadamente, pero en cuanto sus decisiones o la simple aplicación de los reglamentos previamente existentes deja de beneficiar a alguien, se quiere reinstaurar el caos, la chapuza y las repúblicas bananeras.
domingo, 4 de octubre de 2009
viernes, 2 de octubre de 2009
Se abre la sesión: un poco de seridad, hagaustelfavor...
El equipo actual de la FNA publica toda la información relevante en la Web de la FNA, pero en muchas ocasiones hay cuestiones que conviene que sean comentadas desde una óptica mundana, no sólo desde la perspectiva institucional y de corrección política propia de un organismo.
Resulta habitual que las personas que no participan activamente en cuestiones organizativas, que simplemente juegan torneos, estén desinformadas sobre cuestiones importantes. Es más, seguramente es aún más frecuente que esas personas estén mal informadas porque sus fuentes principales de información son la vox populi y las informaciones sesgadas o incluso falsas que interesadamente llegan a publicitarse.
La opinión de cada persona es libre, pero conviene que esté fundada en hechos ciertos para que las decisiones que cada uno tome no sean el fruto de malos entendidos o engaños. Para que eso sea posible, resulta necesario publicar la información de manera accesible.
Una cuestión de actitud
Hay una cuestión central en cualquier tipo de organización, sin cuya comprensión resulta imposible hacer una gestión eficaz: desterrar la improvisación.
Sólo los genios son capaces de improvisar con éxito, pero aún ellos obtienen resultados mucho mejores en sus actividades cuando planifican, analizan detalladamente y contrastan la documentación existente. Quien pretenda lo contrario, miente. Seguramente de manera interesada.
La cuestión no radica en si determinado aspecto concreto de la normativa es bueno, malo, le gusta a unos o le disgusta a otros, puesto que en muchas ocasiones se trata de cuestiones sujetas a opinión y gustos personales: la cuestión es cómo se abordan estas situaciones.
Ante los ojos de cualquier persona cabal resulta inaudito que se presente con semanas de antelación un proyecto de normativa fruto de un análisis profundo y se publique invitando a formular preguntas y sugerencias para mejorarla, sin que nadie diga nada, pero que después se presenten decenas de enmiendas con vistas a la reunión de la Asamblea. Mucho menos cuando algunas destilaban claros aromas de improvisación, otras eran contradictorias con los reglamentos de la FIDE y en varios casos resultaban irrealizables por otros condicionantes evidentes para cualquiera que hubiera reflexionado un poco, sólo un poco, sobre el asunto.
Quien albergara dudas, quien no estuviera de acuerdo, quien considerara oportuno hacer una propuesta diferente, ¿por qué no preguntó en su momento, cuando se hizo el ofrecimiento de recibir cualquier tipo de duda y/o sugerencia (expresamente, por correo electrónico y a través de la página Web)?
La reducción de las asambleas y del estudio de la normativa a la aritmética de cuántos votos tiene cada grupo de interés, o de cuántos representantes de cada grupo tenían compromisos ese día o a partir de determinada hora, resulta pueril y de un calado intelectual sólo esperable de los miserables ambientes de la política.
Hacerlo y además no aceptar los resultados ya merece un comentario aparte y calificativos más gruesos.
Esta actitud chapucera e irresponsable está en el origen de muchos de los problemas de gestión de la FNA desde hace demasiados años y, si no se corrige de una vez por todas, la FNA continuará siendo ingobernable, el ajedrez navarro continuará ahondando el pozo que se ha empeñado en cavar y el perjuicio será para todos los ajedrecistas navarros.
Si estas actitudes no son superadas, si los proyectos no son analizados seriamente y las propuestas no se hacen de manera que puedan ser estudiadas, las reuniones de la Asamblea continuarán siendo un caos, las normativas un cúmulo de remiendos y toda persona seria que quiera trabajar en favor del ajedrez navarro no durará ni media legislatura en la FNA.
A menudo da la impresión de que hay personas que tienen como objetivo esto último, imagino que porque las personas serias, formadas y trabajadoras resultan difíciles de manipular en beneficio propio.
¿Dónde jugar cafetero?
- Bar Terminal. Calderería, 19. Pamplona (los jueves hay concierto)
- Bar Garazi. Calderería, 36. Pamplona (no hay mucha luz)
- Nuevo Casino Principal. Pza. Castillo, 44. Pamplona (muy tranquilo)
- Bar Atalaya. Ctra. Tajonar, 23. Pamplona (cerca de José Vila)
- Billares Liverpool. Iturralde y Suit, 7. Pamplona (entre carambolas)